Maximino García es un gran aficionado a la bicicleta, deporte que practica desde hace años. Está acostumbrado a pasar pedaleando por los túneles de la Nacional 630, ya que le gusta ir con frecuencia hasta Lena y Campomanes por estas fechas para coger la forma: "Lo que más me gusta es la bici de montaña, pero ahora lo que toca es ir haciendo kilómetros con la de carretera para coger fondo poco a poco de cara a los meses de primavera y verano, que es cuando realmente puedes disfrutar de esta actividad". Este año tendrá que replantearse la preparación, pero todo indica que pronto estará de nuevo sobre las dos ruedas. "Nunca antes había tenido un accidente y espero que sea el último".

Cada día que pasa Mino García está más convencido de que el pasado domingo tuvo mucha suerte. "La clave fue que pude ver perfectamente que el coche se saltaba el stop. Tuve unos segundos para prepararme. De hecho, saqué los pies de la calas de los pedales y pude alzarme un poco en el momento del impacto". El primer golpe fue contra el capó del coche. A continuación el corpachón de Mino García, que ronda el metro noventa de estatura, se fue directo contra el parabrisas. La luna delantera del vehículo lo devolvió de nuevo asfalto. "Si no llego a lograr impulsarme por encima del coche yo creo que me pasa por encima".

Mino García no guarda ningún rencor al conductor que le arrolló: "Todos podemos tener un despiste. Son cosas que pasan y no es conveniente hacer dramas. Fue una desgracia y ya está". El exdirigente sindical, tras el golpe, incluso tranquilizó al conductor y a su acompañante. "Se pusieron muy nerviosos, es algo totalmente normal", señaló.