El colegio Santo Domingo de Guzmán de Mieres decidió ir un paso más allá en la organización de su semana solidaria y propuso a sus alumnos ser voluntarios por un día en el comedor social de la Asociación Mierense de la Cocina Solidaria (Amicos). Y vaya si respondieron, una treintena de estudiantes de cuarto de la ESO fueron partícipes de esta experiencia que, como aseguraron, les ha cambiado la vida.

La actividad concluyó ayer con el último grupo de alumnos, que tuvieron la oportunidad de conocer de cerca el importante trabajo que realizan los voluntarios en este comedor social. Desde fregar platos a servir comida, labores que también realizan en sus casas, pero que en este caso tienen mucho más valor. Una de estas voluntarias fue Laura López, quien aseguró que gracias a la experiencia "hemos podido conocer la realidad que nos rodea en primera persona". De hecho, admitió que conocía la existencia de Amicos, "pero no lo que se hacía dentro, esto despierta el alma solidario de cualquiera". De igual manera se manifestaba Fernando Laserna. Este joven afirmó que, tras ayudar en el comedor, "me ha cambiado la mente". Su espíritu solidario le viene de familia, ya que asegura que su abuela "es voluntaria de Amicos y viene mucho al comedor".

Entre servicio y servicio, Alba López, que también fue otra de las voluntarias escolares, afirma que lo que más le ha impactado es que "no sabía que había tanta gente que lo pasa mal, por eso voy a colaborar mucho más con estas causas". Igual que Marina Martínez, quien aseguró que "todos los compañeros que vinieron antes nos animaron mucho a participar porque es una gran experiencia y no se equivocaron". El quinteto de voluntarios concluyo con Héctor Iglesias, quien también admitió que desconocía la labor de Amicos, "no sabía muy bien cómo funcionaba, pero ahora sé que hacen mucho por los más necesitados".

El presidente de Amicos, Carlos Muñiz, agradeció en gran medida esta iniciativa del colegio Santo Domingo de Guzmán, que ha sido pionero a la hora de llevar voluntarios. "El comedor social de Amicos está abierto a todo el mundo, y de hecho una parte de nuestra labor tiene que ver con la divulgación de la solidaridad y el voluntariado, por eso hacemos charlas en colegios e institutos, para que conozcan un poco nuestra actividad", destacó. Esta labor se incrementará en las próximas semanas, una vez que la Asociación de Amigos de la Cocina Solidaria abra las puertas de su nuevo comedor en el barrio de Santa Marina. "En el actual local estamos muy limitados, pero en el nuevo tendremos más sitio y tiempo, de hecho nuestra intención es dar un mayor impulso a este tipo de iniciativas más allá del comedor social, con labores de divulgación y diferentes cursos destinados tanto a los voluntarios como a los usuarios", resaltó Muñiz.

Aunque los alumnos del colegio de Santo Domingo de Guzmán son los primeros niños que ejercen como voluntarios en Amicos, el comedor social también ha tenido otras experiencias con empresas y grupos de mayores. También se han hecho jornadas de puertas abiertas. Asimismo, los diversos colectivos de las Cuencas han mostrado en más de una ocasión su solidaridad con Amicos, ya sea organizando mercadillos donde la recaudación iba para la entidad u otras iniciativas siempre en beneficio de los usuarios del comedor social, que son el eje que mueve la actividad de Amicos.