El alcalde de Mieres, Aníbal Vázquez, fue ayer poco menos que "lapidado" a base de reproches y acusaciones por parte del comité de empresa del Ayuntamiento de Mieres. Con el concejal de Personal, Miguel Martínez, al borde mismo de la dimisión, el foco de la crítica de los sindicatos se ha vuelto hacia el regidor. Los representantes de la plantilla, en pleno conflicto por la duración de la jornada laboral, definieron ayer la máximo responsable municipal como "autoritario", "ineficaz" y "mentiroso" . Además, le reprocharon que no quiera cumplir "derechos firmados y reconocidos". Hasta le afean que, según las centrales, hiciera promesas electorales a sabiendas de que "las iba a pagar con el dinero quitado a los trabajadores".

La fallida negociación para la aplicación de la jornada laboral, que la plantilla pretende reducir hasta las 35 hora semanales en contra de lo que dice la Ley y una sentencia judicial, ha puesto las relaciones laborales en el Ayuntamiento al borde mismo de la insumisión, ya que parte de la plantilla acordó el jueves reducir unilateralmente su jornada. El gobierno local ha expuesto sus planteamientos, encontrando la contestación de los trabajadores. Antes de entrar en el contenido concreto de las críticas, hay que subrayar que el gobierno local ya se ha pronunciado sobre todas ellas desde un enfoque totalmente diferente y debidamente recogido por este diario. Es decir, lo que dicen los sindicatos sobre el cumplimiento de la ley, acuerdos y compromisos no tiene nada que ver con el tratamiento que a los mismos contenidos le da IU desde su perspectiva.

Anterior mandato

Los trabajadores municipales empiezan su crítica situando el encontronazo con el gobierno local en su origen: "El Alcalde dice que la anterior legislatura fue muy dura en el Ayuntamiento; suponemos que se refiere a la situación que vivieron los trabajadores municipales. En el año 2011, vimos amenazados nuestros puestos de trabajos, con regulaciones de empleo, recorte económicos y de derechos laborales, a lo que se sumó un concejal de Personal que, con el apoyo del regidor, se dedicó a presionar y generar un ambiente laboral cada vez más tenso". Tras afirmar que llevan un lustro bajo el yugo del "autoritarismo y la falta de diálogo", el comité de empresa defiende el comportamiento de los trabajadores: "Jamás se ha utilizado la violencia ni los insultos contra ningún concejal, como insinúa el Alcalde. Tampoco se hicieron denuncias falsas ni se realizaron daños personales contra los bienes (coche) del anterior concejal de Personal".

Los representantes de los trabajadores afirman que, por su parte, se han dedicado a "defender los servicios públicos y el empleo ante los ataques recibidos por el gobierno de IU, recurriendo a la justicia siempre que fue necesario para intentar recuperar los derechos de los que se nos privaba ilegítimamente".

Los sindicatos UGT, CSIF, CC OO y CSI señalan directamente a Aníbal Vázquez como el responsable de la situación de indefensión que, a su juicio, están sufriendo: "Desde que llegó a la Alcaldía se instauró una dinámica de ordeno y mando, con un tic autoritario adoptando decisiones al margen de los principios democráticos y la legalidad". Siguen explicando su malestar: "Decretó un plan de ajuste que fue tumbado por los tribunales por falta de negociación , lo que lastró todas las promesas electorales que le auparon al poder. Pero siguió mintiendo al pueblo de Mieres, empecinado en echar la culpa a los empleados municipales de todo el caos económico reinante y tapando la ineficacia en su gestión política".

Los sindicatos sostiene que el regidor aprovechó su última campaña electoral para "seguir prometiendo obras, sabiendo que el dinero que ofrecía para sufragarlas no era suyo, sino parte del salario quitado a los trabajadores en contra de la ley, como había establecido una sentencia". El comité de empresa asegura que el Alcalde "sólo defiende a la justicia cuando le da la razón, intentando influir en la misma a través de la opinión pública".