La Consejería de Desarrollo Rural y Recursos Autóctonos ha aprobado el plan de caza de la reserva de Caso para la temporada 2016-2017, con 217 cacerías. Son 24 menos que en la campaña anterior. El documento elaborado por el Principado no ha dejado conformes a los cazadores del concejo que le solicitaron reducir las piezas a abatir para, indicaron, revertir la "preocupante tendencia que sufre la reserva en los últimos años".

"No incluyó prácticamente ninguna medida de las que solicitamos", aseguró Armando Caldevilla, presidente de la Sociedad de Cazadores de Redes "Caso". Tanto esta sociedad como la de "Tiatordos", que reúnen a 120 cazadores, remitieron varias reclamaciones al Gobierno regional. Entre ellas figuraba la rebaja del cupo de jabalíes de cinco a tres, que no ha sido modificado. Los cazadores casinos abogaban por mantener el actual número de batidas de jabalí, que son 114, pero reduciendo el cupo al considerar que se ejerce una presión excesiva sobre la especie y que la media de las cacerías efectuadas es de 2,6 ejemplares en cada una. Finalmente la Consejería de Desarrollo Rural dio luz verde a ampliar las cacerías esta temporada con una más, con lo que serán un total de 115.

También propusieron suprimir todos los permisos de corzo, pero finalmente se autorizan seis si bien se reducen respecto a la campaña anterior, cuando se elevaron a once. Antes, señaló Caldevilla, "teníamos una reserva excelente, envidiable pero va cada vez a peor". Considera que "hay muchos factores que afectan pero también la gestión", añadió.

Los cazadores de Caso constatan una "importante disminución en las poblaciones de la mayoría de las especies cinegéticas de la reserva" y un "exceso de depredadores en general y del lobo en particular". Diferentes enfermedades afectan a las poblaciones de venado y corzo, mermando sus densidades, con una situación "especialmente alarmante" de este último, destacan. Por eso, eran partidarios de suprimir todos los permisos de corzo. Los dos colectivos casinos comentan que se produce una "notable expansión en la población del lobo en nuestros territorios" por lo que se necesita una "gestión apropiada" que "garantice una población asumible por las demás especies que habitan nuestra reserva".

El "notable aumento de los daños" pone de manifiesto, recalcan, que existe un "exceso" de depredadores. El fin de una reserva de caza no es otro que "la protección de las especies cinegéticas que la pueblan", reflejan los cazadores de Caso.