La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Club LA NUEVA ESPAÑA de las Cuencas

Sánchez-Cuenca: "Los intelectuales han viciado el debate sobre el nacionalismo"

El director del Instituto Carlos III-Juan March de Ciencias Sociales presentó en Langreo su última obra, "La desfachatez intelectual"

Francisco Villar e Ignacio Sánchez-Cuenca, en Ciaño. FERNANDO RODRÍGUEZ

Ignacio Sánchez-Cuenca, profesor de Ciencia Política en la Universidad Carlos III de Madrid y director del Instituto Carlos III- Juan March de Ciencias Sociales, estuvo en la Casa de La Buelga de Ciaño hablando de su nuevo libro, "La desfachatez intelectual", una obra en la que lleva a cabo un riguroso análisis sobre la baja calidad del debate público en España y con la que el autor pretende "señalar la impunidad que domina el debate público" en el país, tal y como aseguró durante su intervención.

El acto fue organizado por la Asociación "Cauce del Nalón" y contó con la colaboración de la Universidad de Oviedo, el Ayuntamiento de Langreo y el Club LA NUEVA ESPAÑA de las Cuencas. Fue Francisco Villar, presidente de la entidad organizadora, el encargado de presentar al autor, y para ello llevó a cabo un repaso de su intensa y extensa trayectoria profesional.

"En España hay una quiebra entre los medios tradicionales y los nuevos que refleja la quiebra generacional del país en otras dimensiones", aseguró el autor, al tiempo que puso en evidencia que esos medios tradicionales "están demasiado sometidos a intereses económicos que sesgan el debate público a favor de tesis conservadoras".

Sánchez-Cuenca se mostró convencido de que, "cuando un autor queda consagrado, nada de lo que haga o diga tiene un coste", y del mismo modo expresó que "a los intelectuales hay que exigirles un plus de responsabilidad en sus intervenciones". Por eso habla de la "desfachatez intelectual" y en definitiva de "esos contenidos superficiales, poco meditados y carentes de rigor que se adornan con un estilo prepotente y tajante en los que la crítica nunca es directa, con nombres y apellidos, salvo para insultar". Por eso, según manifestó, "el objetivo del libro es romper con esas prácticas viciadas y hablar de los autores que critico, con nombres y apellidos y citando sus textos".

"Muchos intelectuales opinan como tertulianos, ya que hoy es más fácil que hace años participar en la esfera pública, y existe un importante desequilibrio, con un exceso de escritores que no se observa en otros países" aseveró. Como ejemplo, entro otros muchos citó a Vargas Llosa, "una de esas firmas que mezclan opiniones frívolas con un estilo prepotente y tajante y en las que se aprecia la enorme diferencia entre su gran talento como escritor y el simplismo de sus columnas".

Según Sánchez-Cuenca, "la calidad de nuestro debate político depende de la salud de nuestra esfera pública, y así se refleja, por ejemplo, en el debate sobre el nacionalismo que se resolvió en la Transición mediante diálogo y negociación" y que "se ha viciado, pues los intelectuales de referencia han transformado ese debate en un enfrentamiento entre absolutos". El autor lamentó que se ha llegado "al extremo de decir cualquier cosa sobre el nacionalismo sin pensar en las consecuencias, y en concreto el tema catalán se ha vuelto intratable porque de lo único que se trata es de deslegitimar al rival". Para finalizar, defendió la necesidad de construir y gozar de una esfera pública "más sólida, plural, abierta y, en definitiva, con menos desfachatez".

Compartir el artículo

stats