La diversificación, la postminería y los proyectos energéticos alternativos, unidos al uso de la promoción industrial son las claves para el futuro de Hunosa, alejado, a priori, del carbón. Esta es la visión de la presidenta de la empresa pública, María Teresa Mallada, opinión que comparten también expresidentes de la hullera como Luis Tejuca o Juan Ramón García Secades. La compañía, que nació hace medio siglo para nacionalizar parte del sector minero que atravesaba momentos delicados, se ha hecho mayor. Ha acumulado conocimientos no sólo en minería, sino en otras áreas como la biomasa o la geotermia que ahora se plantean como las alternativas de progreso una vez que el carbón español parece abocado a desaparecer. Eso sí, para los exresponsables de la hullera, siempre con permiso de Bruselas, se podría mantener una reserva estratégica y Hunosa debería de estar ahí.

La actual presidenta de la hullera, María Teresa Mallada (Cabañaquinta, 1973), destaca la situación de la empresa en este momento: "En mi tiempo de gestión al frente de Hunosa hemos hecho del diálogo y la negociación una práctica habitual". Además, saca pecho por los resultados, y afirma que para enjuiciarlos "hay que tener en cuenta que nos ha tocado un periodo muy difícil, con una gran crisis económica global que ha forzado ajustes presupuestarios en todos los ámbitos, y con un escenario político muy inestable". Aún así, Hunosa, afirma Mallada, ha logrado llevar adelante "un Plan de Empresa 2013-2018 que, por primera vez, incluye compromisos que superan ese ámbito temporal recogiéndose, por ejemplo, prejubilaciones hasta el año 2020". "Esto unido a los acuerdos comerciales que estamos suscribiendo en materia de nuevas energías, algunos vigentes hasta el año 2035, nos permite hablar de un horizonte de cierta estabilidad para nuestra empresa", señala.

María Teresa Mallada tiene claro que Hunosa esta ya preparada "para lo que pueda venir a partir de 2018 teniendo en cuenta que este futuro llegará marcado por las decisiones europeas", en referencia al ámbito de la minería. Recordó que en el medio siglo de vida de la hullera, las políticas energéticas de Bruselas han sido relevantes. "La empresa mantiene, desde principios de los años noventa, una línea de reconversión, reducción de actividad y diversificación, que sigue el diseño impuesto desde la Unión Europea", subraya la presidenta y agrega que "por esta razón, hay que esperar a ver qué criterios se aplican ahora, teniendo en cuenta que el Gobierno de España tiene claro que el carbón debe seguir formando parte del mix energético nacional".

Más allá del carbón, Mallada explica que la empresa ya está posicionándose para estructurarse en dos "grandes bloques": la postminería y las energías. Dos apuestas que deben ir encaminadas a que la hullera siga una línea de transformación que le permita mantener su actividad.

En el ámbito de la postminería, la mandataria de la empresa pública explica que ya está "absolutamente definida" en otros países que han cerrado sus minas y tienen establecidas partidas económicas para su financiación en sus presupuestos. La UE establece el mantenimiento de ayudas a costes excepcionales hasta 2027. "La postminería incluye acciones muy diversas, que en Hunosa ya tenemos definidas, como el aprovechamiento de estériles de escombrera; el mantenimiento y puesta en valor del patrimonio dotándolo, en la medida de lo posible, de nuevos usos; la regeneración de espacios degradados; la reforestación; la vigilancia de zonas mineras y el control de la seguridad del terreno, de los bombeos y de la calidad de las aguas, etc". María Teresa Mallada entiende que estas actividades "seguramente constituirán un importante nicho de empleo a futuro".