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Santa Cristina actúa de miedo

Alumnos, profesores y padres del instituto de Lena preparan su - tercer musical de terror tras el gran éxito de los dos primeros espectáculos

Ensayo de musical en el IES Santa Cristina

Ensayo de musical en el IES Santa Cristina

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Ensayo de musical en el IES Santa Cristina Pola de Lena

Los alumnos del IES Santa Cristina de Lena avisaron ya en 2011, justo antes de estrenar "Lía y la cabeza sangrante". "Este no es un musical como el que organizan otros institutos a final de curso, esta obra es especial", repetían. Algunos les hicieron caso, y fueron al estreno preparados para todo. Otros, los más escépticos, se quedaron con la boca abierta: aquello, efectivamente, no era un montaje escolar al uso. La obra recorrió escenarios de toda la región, ocupó el cartel en el Teatro Jovellanos. Hace dos años, repitieron éxito con "Brujass". Y ahora están preparando la que será la última parte de su "Trilogía del Terror": la obra "Oh, vamos, chicos? esto no tiene ninguna gracia". La comunidad educativa se ha volcado en la producción y el primer ensayo ya no deja lugar a dudas: volverán a levantar al público de sus butacas.

Son las cuatro de la tarde. Hoy acuden al ensayo los actores y actrices principales. Al piano está Aurelio M. Seco, docente en el centro y uno de los coordinadores de la representación. El profesor interpretará alguna de las piezas que ha compuesto Joaquín Pesquina para la obra, con letra de Jorge Moreno. Este último, actor, dramaturgo y director de escena, anda liado por la clase. "Estamos preparando el primer ensayo, queremos que los chavales se hagan con sus personajes", explica.

Los actores entran en el aula. Pablo Rodríguez ya es todo un profesional. Ha participado, con papeles clave, en todos los musicales del IES Santa Cristina de Lena. Esta vez, tiene por delante un reto complicado: es Norman, un hombre que sufre trastorno de personalidad múltiple (como Norman Bates, en "Psicosis"). "No sé cómo poner las voces", afirma. Pero ya en la primera lectura de su personaje, lo borda. Se le da de miedo, aunque lo suyo parece ser la comida. "Mi actor favorito es Jordi Sánchez", explica, refiriéndose al actor que da vida al peculiar Antonio Recio en la serie "La que se avecina".

A Ángela Zapico sí le gustan los personajes con sed de sangre. Para representar el musical, se inspira en la actriz Nina Dobrev (Elena Gilbert en "Crónicas Vampíricas"). Ella, junto a Natalia Pedreira y Rebeca Methe, representan en "Oh, vamos chicos..." a tres jóvenes con muchas ínfulas que abandonan la ciudad y van a vivir al campo. "Es por aquí, seguro", lee Pedreira. Será la primera frase del musical.

Y tiene que ser perfecta. Jorge Moreno la interrumpe para mejorar un poco la entonación: "Tienes que decirlo como con desdén? repetimos". Y así, con todos, hasta que pasa más de una hora. Es un ensayo al milímetro, como si de una super producción se basara. "Está claro que el trabajo bien hecho, bien queda en el escenario", señala Aurelio M. Seco, encantado de tener entre manos una nueva obra.

La producción del espectáculo supone un trabajo duro para toda la comunidad educativa. Los docentes, padres y madres de alumnos se encargan del vestuario. Algunos vecinos se han ofrecido para echar una mano. En las anteriores producciones, no faltó detalle. Esta vez tienen más ayuda que nunca. "Aún nos quedan algunos detalles por resolver, pero empezarán a encargarse de los trajes en unos días", explica Seco. Para la puesta en escena, además de con Jorge Moreno, contarán con la ayuda de otros profesionales: está confirmada la colaboración del actor y humorista Alberto Rodríguez, la coreógrafa Luchi Colunga y el diseñador de luces Fernando Prieto.

El estreno, si todo marcha según lo previsto, será en casa. En el teatro Vital Aza, el día 25 de mayo. ¿Que si hay nervios? Los protagonistas del musical afirman que no, pero algunos ya tiemblan al sujetar el libreto. Los alumnos, aunque cuenten con ayuda, son los máximos responsables de la puesta en escena. Es una responsabilidad incluida en el proyecto educativo del centro. Les apasiona lo que hacen en el IES Santa Cristina pero, de momento, ninguno tiene previsto estudiar arte dramático: "Está bien, pero no somos profesionales", dice Pulgar. Viéndolos ensayar, cuesta creérselo.

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