Una Hunosa con diversificación, con patrimonio industrial, con recuperación de escombreras. Pero sobre todo, una Hunosa con carbón. Esa es la visión de los sindicatos mineros en torno al futuro de una hullera pública que acaba de cumplir 50 años y cuyo futuro se definirá en los próximos años, toda vez que estará, en principio, condicionado por la normativa europea".

Para el secretario de organización del SOMA-FITAG-UGT, y uno de los hombres fuertes del sindicato en Hunosa, José Luis Fernández Roces, el futuro de la empresa pública pasa por dos puntos fundamentales: "Cumplir todos los parámetros acordados en el plan de empresa, incidiendo en la inversión en las infraestructuras que dan acceso a nuevos campos de explotación y encontrar la voluntad política suficiente para defender el mantenimiento del carbón autóctono en un mix energético eficiente que pasaría por un pacto de Estado que lo garantizase".

El responsable sindical señala que, "en base a estas dos premisas, el grupo Hunosa tiene que continuar con su actividad dedicada a la extracción de carbón sin ninguna limitación temporal". A su vez, la producción de mineral debe complementarse, a juicio de Fernández Roces, "con todas las actividades industriales que la empresa ya ha iniciado en materia energética y que de momento tienen una incidencia menor en cuanto a ocupación, entendiendo por ocupación los empleos generados". Y apuntó directamente a las tecnologías de la geotermia, la biomasa o el biogás.

El portavoz del SOMA señala que Hunosa "debe potenciar la térmica de La Pereda y plantearse un proyecto industrial con una planta de mayor potencia, a la vez que avanzar en la consolidación de la planta experimental de CO2". Una tecnología, la de captura y almacenamiento de dióxido de carbono, que la empresa "podría exportar a través de su área comercial, convirtiéndose así en una nueva línea de negocio".

Otra de las patas en las que se debe sustentar el futuro de la empresa pública, y que se pactó dentro del plan de empresa de Hunosa, es el llamado Pirycom (Plan Industrial de Restauración y Medioambiental), también conocido como la Hunosa Verde, según el secretario de organización del sindicato minero. La hullera pública "no debe conformarse solamente con llevar a cabo la recuperación de los territorios degradados por la actividad minera, sino que esa experiencia adquirida, ese saber hacer con el paso de los años, la habilita para poder hacerlo con todos los terrenos mineros del país", añadió Roces.

Patrimonio

No podía faltar en la Hunosa del futuro que ve el SOMA el ámbito del patrimonio industrial, una apuesta impulsada con firmeza desde la central, que la llevó incluso a plantear y redactar un documento de Patrimonio Industrial que finalmente dio como resultado la conformación del Grupo de Trabajo Regional en esa materia. "Hunosa también forma parte de este grupo, y su actuación tiene que estar dirigida a darle contenido a muchos de esos elementos del patrimonio industrial, lo que garantizará su viabilidad futura y convirtiéndolos en una oportunidad de desarrollo", dijo.

Por último, José Luis Fernández Roces apuesta también por la Hunosa territorial, es decir, la que "tiene que seguir implicada con las comarcas mineras y esforzase en buscar inversores, a través de su aparato de reactivación, Sadim, que generen actividad y empleo en unas zonas que a día de hoy ven con frustración como los más jóvenes emigran a buscar trabajo a otros lugares".

El secretario de CC OO en Hunosa, Rubén García, asegura que el futuro de Hunosa es una empresa que impulse "los proyectos que supongan el aprovechamiento energético de los recursos naturales autóctonos y propios de los que la hullera dispone en abundancia, como son el agua, la madera y los hidrocarburos". Sin embargo, García matiza que "en esta Hunosa energética debe seguir teniendo una importancia prioritaria la extracción de carbón como principal garantía de mantenimiento del empleo propio y de subcontratas, de autoabastecimiento de nuestra térmica y para poder disponer de una mínima reserva estratégica que contribuya al mix energético nacional, sirviendo de respaldo a las energías no gestionables". Una apuesta por el carbón que permitirá, prosigue, abaratar "los costes del recibo de la luz y disminuir la excesiva dependencia energética del exterior".

Por este motivo, el portavoz de CC OO en Hunosa exige que, después de 2018, "sigan en funcionamiento unidades extractivas, puesto que, a día de hoy, no existe ningún proyecto de diversificación capaz de absorber ni una mínima parte de los trabajadores que actualmente están relacionados directamente con la extracción de carbón". En esta misma línea, García apunta que "por mucho que desde la dirección de la compañía se hable de proyectos ya en funcionamiento y con futuro, lo cierto es que actualmente no se ha llevado adelante ninguno de ellos que haga de la diversificación una realidad viable y verdaderamente generadora de empleo".

Por ello, "desde CC OO de Hunosa, y viendo el fracaso de la diversificación, venimos desde hace tiempo denunciado de manera reiterada que la empresa no está en condiciones de garantizar el empleo si no es continuando con la extracción de carbón después del 31 de diciembre de 2018".