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El futuro de los supermercados de la hullera

Santagadea, única empresa que puja por quedarse con los economatos de Hunosa

El grupo, de origen asturiano, opta a 11 de las 12 superficies de la compañía minera, cuyos horarios adaptará a los habituales del comercio

El economato de Mieres. J. R. SILVEIRA

El grupo Santagadea es la única empresa que opta a quedarse con los economatos de Hunosa, después de que nadie más aportase ofertas en firme una vez finalizado ayer el plazo. El grupo empresarial madrileño, con raíces asturianas, presenta una propuesta para quedarse con 11 de las 12 superficies comerciales que la hullera tiene en las comarcas mineras, según ha podido saber este periódico de fuentes cercanas a la empresa. A falta de que la apertura del sobre, prevista para el martes, confirme los detalles, la idea que manejaban los responsables de la compañía era descartar uno de los supermercados entre los de Ciaño, Ujo y Morcín. Una vez que Hunosa certifique a Santagadea como ganadora del concurso, la idea de la empresa es iniciar un proceso para ceder la gestión de las superficies comerciales a algunas de las firmas que operan en el sector.

El pliego de condiciones obligaba a asumir un mínimo del 75% de la superficie comercial de Hunosa. Los detalles del plan que ha conocido LA NUEVA ESPAÑA apuntan a que Santa Gadea se haría con el 90% de los 18.000 metros cuadrados de tiendas, a 139 euros el metro. El pliego de condiciones planteaba, por tanto, un precio mínimo de 2,6 millones de euros para hacerse con la totalidad de la superficie. A la inversión que finalmente resulte habrá que añadir el coste de los actuales 93 empleados de los economatos y las pérdidas que generan las tiendas. Todos ellos quedarían ahora bajo el manto de Santagadea, un grupo empresarial que cuenta con picos de 3.000 trabajadores en temporada alta, repartidos por toda España, en diversos sectores.

Fuentes cercanas a Santagadea confirman que la idea inicial de la empresa es adaptar el horario de los economatos -en la actualidad solo operan por las mañanas y cierran los fines de semana- a los habituales del sector comercial, incluidas las tardes, los sábados y los festivos que permita la legislación. Los pliegos de condiciones obligan a mantener durante dos años los 93 puestos de trabajo y la actividad durante otros cuatro, aunque la idea que manejan los gestores de Santagadea es la de prolongar en el tiempo la relación. Aunque los 93 empleados continuarán en sus puestos al quedar subrogadas por la nueva propietaria, aquellos que no deseen seguir ante el cambio de horarios o de alguna otra condición, podrán abandonar el puesto y recibir una compensación económica, según apuntan fuentes conocedoras del negocio. No obstante, estos mismos aseguran que la prioridad de la compañía es mantener los actuales puestos de trabajo en los economatos.

A principios de mes, el primer plazo para la presentación de ofertas finalizó desierto. Sin embargo, la hullera, a petición de una de las compañías interesadas, abrió una prórroga que finalizaba ayer. Mientras tanto, los economatos siguieron abiertos tras una prórroga contractual con la empresa Lacera, encargada de la gestión.

En la primera fase del concurso, cuatro empresas mostraron interés por los economatos: Hijos de Luis Rodríguez (Masymas), la multinacional francesa Alcampo a través de su filial Simply Sabeco, el grupo Los Norteños, y el grupo madrileño Santagadea. Finalmente, solo esta última ha presentado una oferta en firme, que Hunosa analizará el martes.

A finales del pasado diciembre, se ponían en venta los doce locales propiedad de Hunosa (Mieres, Fondón, Ciaño, Sotrondio, Moreda, Pola de Siero, Barredos, El Entrego, La Foz (Morcín), Turón, Carbayín y Ujo). Los supermercados de Bimenes y Pola de Lena quedaron fuera del concurso, ya que los inmuebles en los que se asientan son locales alquilados.

Ahora, Santagadea queda en una situación inmejorable para hacerse con los economatos. La compañía madrileña, con raíces en Tapia de Casariego, continúa un proceso de inversiones en Asturias, donde ya son propietarios de los bajos de El Molinón y el Talaso, en Gijón; el hotel de La Zoreda, en Oviedo, y el Urogallo, en El Entrego, además de haberse interesado por el antiguo parador de Pajares.

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