Carlos Luis Iglesias, el hombre de 50 años que fue hallado muerto en su casa de la Felguera a finales del pasado mes de marzo, falleció por causas naturales. La autopsia, según ha podido saber este diario, ha revelado que el fallecimiento se debió a un fallo cardiaco, con lo que se descarta definitivamente que la muerte se produjera de forma violenta, como ya había apuntado desde un principio la investigación. La madre del hombre, M. C. I. V., de 77 años y que presentaba signos de demencia, convivió al menos diez días con el cadáver de su hijo en la vivienda familiar, en la calle Farmacéutico Ponga.

El informe de la autopsia expone que un fallo cardiaco provocó el fallecimiento del hombre. También se descarta que el cuerpo de este vecino de La Felguera fuera mordidos por sus dos perros, que fueron rescatados de la vivienda por trabajadores del albergue canino de Langreo.

Iglesias y su madre llevaban poco tiempo viviendo en el barrio, menos de un año, según explicaron los vecinos de la calle Farmacéutico Ponga. Los habitantes de la zona dieron la voz de alarma y avisaron la Policía ante el mal olor que llegaba de la vivienda.

Albina Berdasco, la vecina que reside justo en la casa de al lado, relató al día siguiente de que la Policía hallara el cuerpo que "la señora me tiraba basura al patio; veías que la pobre no estaba bien". La encargada de avisar a los agentes, alertada por el "insoportable olor" que llegaba de la vivienda, fue la nieta de Berdasco. "Ella decía que el hijo estaba dentro de la casa, que la tenía encerrada y que por la noche la iba a matar", apuntó la joven.

Los vecinos aseguraron que la mujer lloraba y decía que tenía frío y hambre. "Ella nos pedía que le abriéramos la portilla del patio que da a la calle, pero le decíamos que no teníamos las llaves. Cuando le preguntábamos por su hijo se encogía de hombros y nos decía 'marchó, está por ahí'; no fue capaz de decirnos que estaba muerto", explicó Berdasco después de que apareciera el cuerpo del hombre.