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Una afición muy extendida en la comarca

La campaña de la trucha empieza floja

Las asociaciones de pescadores culpan al cormorán del descenso del número de peces en los ríos pese a las repoblaciones que impulsan

Dos pescadores, durante los primeros días de la temporada, en el río Nalón. FERNANDO RODRÍGUEZ

El cormorán vuelve a estar en el punto de mira para las sociedades de pescadores. Y es que el flojo inicio de la temporada de trucha, que arrancó el tercer domingo de marzo, está causado en parte, según estas asociaciones, en que esta especie cada vez deja menos peces en los ríos. Y no solo eso, también los pescadores van desapareciendo de las riberas. "El cormorán no solo mata a los peces, también a la pesca en general", coinciden los colectivos de las comarcas mineras.

Ignacio Fernández, delegado en el Caudal de la Real Asociación Asturiana de Pesca, señala que en la zona de Riosa "el río baja muy seco y la temporada ha empezado floja". El portavoz del colectivo señala que en las riberas riosanas "durante todo el invierno hemos visto muchísima garza, y han acabado con las truchas". "Como el cauce bajaba con muy poca agua, ahí las aves trabajan muy bien, y dejaron muy pocos peces", indica Fernández, que justifica en este hecho la poca presencia de pescadores. "Cada vez hay menos gente, y es normal. Cuando ves el río casi seco, cuando ves a los pájaros comiendo delante de ti y dejando el cauce sin peces, al final la gente se desmoraliza", reflexiona.

Algo mejor, a su juicio, está la zona del río Caudal. El portavoz de la Asturiana de Pesca indica que "hay más agua y además se abrieron algunos tramos que antes estaban vedados y los pescadores se animan algo más, pero también hay muy poca trucha y es complicado". Si en Riosa eran las garzas, en el Caudal son los temidos cormoranes la causa de la falta de peces. "Abrasan", remacha Ignacio Fernández.

En Aller, la situación no es mucho más boyante. José Luis Augusto, uno de los responsables de la asociación "El Maravayu", que cuenta con más de medio millar de socios, señala que "en estos inicios se ven muy pocos pescadores por las orillas del río, nada que ver con otras temporadas y con lo que era la apertura de la temporada hace 10 o 15 años". "En las zonas libres se ven muy poca gente", indica.

Augusto tiene claros los culpables: "Tenemos unos problemas muy grandes, cada vez hay más cormoranes y por lo tanto menos truchas". Y esto es la pescadilla que se muerde la cola. Los pescadores veteranos van perdiendo afición, y es más difícil que haya cantera. "Hay excepciones, pero la gente, si no pesca, al final abandona la caña", indica el portavoz de "El Maravayu". En cuanto al estado del río Aller, zona de mayor influencia de esta asociación, José Luis Augusto señala que las condiciones son, hoy, sensacionales. "Ahora baja el caudal perfecto, pero lo hace fuera de época, estamos como a finales de mayo", señala, para prever que "como sigamos así, nos vamos a quedar no solo cortos de truchas sino también de agua".

En el valle del Nalón tampoco es que las cosas estén mucho mejor. Arturo Álvarez, presidente de la Asociación de Pescadores y Amigos del Nalón, explica que la temporada de trucha "empezó muy floja comparada con otros años, hay muy poca afluencia de pescadores". Y puso cifras sobre la mesa: "En pocos años hemos pasado de 45.000 licencias a la mitad que hay ahora, unas 23.000". El motivo, "que la gente tiene muy pocas expectativas porque no se ven peces en el río, y los esfuerzos que las sociedades hacemos por repoblar casi no se notan".

Arturo Álvarez tiene claro que "la guerra abierta es contra el cormorán". "Hay mucho desánimo entre los pescadores, porque durante todo el invierno estuvieron viendo a los cormoranes comer 300 gramos diarios de peces, y teniendo en cuenta el censo de aves que hay, eso son muchas truchas", indica Álvarez, que reconoce que el cormorán está "acabando con los pescadores". "No se los come, como a los peces, pero dejan los ríos sin apenas truchas". Y sin truchas, los deportistas se quedan en casa. Y lo hacen aunque el río Nalón, según explica Arturo Álvarez, esté ahora "en unas condiciones excelentes".

Las asociaciones de las comarcas mineras también coinciden en lanzar un mensaje a los aficionados: el de animar a los pescadores a acudir a los ríos.

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