La localidad allerana de Boo presume de celebrar la procesión más antigua de las Cuencas: el paso de La Soledad, en Viernes Santo, tiene más de un siglo de tradición. En la imagen aparecen los feligreses portando el Cristo crucificado cerca del barrio de La Vega. Encabezó el paso el sacerdote Enrique Álvarez Moro, ya que el párroco de la localidad, Andrés López, no pudo asistir por un problema de salud. La cita congregó a más de cien personas, del concejo y de fuera.