¿Cómo vivir con la amenaza de que una roca de grandes dimensiones sepulte tu casa? La localidad de Boo ha recibido la noticia de los últimos informes sobre la peña de El Picu, que apuntan a que la roca puede desprenderse, con preocupación: "Vivimos con miedo, la ladera puede venirse abajo en cualquier momento", comentaban ayer los vecinos en La Plaza. Todos con la vista puesta en el alto, vigilando. "Hay que desmontar la peña, eso está claro. Y queremos que esa obra empiece de forma urgente, no queremos tener que lamentar daños", asegura Pablo Lobo, secretario de la asociación de vecinos San Juan de Boo. Miguel Gómez, en la directiva de la entidad vecinal, afirma que "hay gente que ya no duerme tranquila porque el riesgo está ahí. La piedra puede caer en diez días, en veinte años o dentro de una hora".

El Ayuntamiento de Aller también ha recibido con preocupación los poco esperanzadores augurios de los expertos. El alcalde, David Moreno, visita con frecuencia la zona y busca la implicación de todas las administraciones para acometer el derribo controlado de la roca de El Picu.

La actuación será difícil y costosa, eso también lo han explicado los expertos. Y es que la peña está en una zona de difícil acceso. Los caminos para llegar hasta El Picu son estrechos y muy empinados. La carretera ha mejorado en los últimos años pero, aún así, no permite el paso de maquinaria y vehículos pesados. Una de las propuestas que han valorado los expertos, según ha podido saber este diario, es desmontar la peña desde un helicóptero. Actuación que, por el momento, no se llevará a cabo por la alta inversión que supone.

El Colegio de Geólogos de Asturias considera que no hay mucho tiempo para pensárselo: "Este problema requiere de un esfuerzo conjunto de todas las administraciones. La solución lleva treinta años de demora", señala el presidente del Colegio, José Antonio Sáenz de Santamaría. "Tiene que ser ya, como si hay que picar la piedra a mano", zanjó el experto.