A la escuela, ahora, los alumnos de Mieres y Langreo van con fesoria. Estudiantes de los colegios del concejo mierense acudieron ayer al ecohuerto de la Mayacina para recoger parte de su cosecha. Hoy, en el mercado de la Semana Verde Saludable que organiza el Ayuntamiento, venderán verduras que han cuidado con mimo desde la siembra. En la comarca del Nalón, en colegios como Gervasio Ramos o Benjamín Mateo, también se afanan en el cuidado de sus huertos.

Nico Sanzo, del colegio Teodoro Cuesta, es uno de los alumnos más aplicados en el ecohuerto. "Hoy vamos a aprender a hacer compostaje y a recoger algo de verdura para vender mañana en el mercado", explicó por la mañana. Le dirige en los trabajos Javier García, responsable del ecohuerto de la Mayacina. Este espacio está abierto a centros educativos, centros sociales de personas mayores y todos los colectivos o entidades que quieran un espacio.

"Los coles de Mieres vienen una vez al mes, lo que significa cerca de diez sesiones por año. Aprenden mucho y muy bien", señaló. Y ayer recibieron una clase nueva, con un tema que nunca antes habían tratado: cómo poner precio a las verduras que cosechas. "Hemos hecho unos cálculos teniendo en cuenta el tiempo empleado, el trabajo que nos ha llevado cada planta y hemos añadido un margen de ganancia", señaló, haciendo números, Sara Yahyne. Ella conoce bien los huertos porque, explicó, "tengo uno en mi casa de Marruecos. Aquí, en Mieres, no lo tengo pero vengo a la Mayacina".

Han sido meses de mucho trabajo para conseguir sacar adelante la cosecha. Y los chicos son ya expertos. Como Jordi Soane, que sabe mucho de las plagas y los "bichos" buenos: "Hay que tener cuidado con el escarabajo patatero o con los caracoles", explicó. En cambio, las mariquitas tienen que estar siempre cerca.

En el ecohuerto de la Mayacina no se usan pesticidas artificiales ni ningún químico. Illana Colunga e Irene Moreno saben mucho de estos remedios: "El jabón de potasa es muy bueno", afirmaron. Así consiguen productos ecológicos. Hoy, a partir del mediodía, los ponen a la venta en un mercado en el que también participan productores locales.