El perro de Liliana Castro, "Black", cayó gravemente enfermo en diciembre. Una hemorragia interna, a causa de un envenenamiento con raticida, le dejó entre la vida y la muerte durante cuatro semanas. Poco después de que el pequeño "Black" volviera a casa, el 27 de febrero de 2017, Liliana Castro sorprendió a un matrimonio de Santa Marina (Mieres) colocando veneno en el barrio. Les imploró que dejaran de hacerlo, porque su perro había estado muy enfermo. Al no llegar a un acuerdo, llamó a la Policía Local. "Ni siquiera les pidieron que lo retiraran", afirma Castro. Ahora ha emprendido una campaña social para exigir al Ayuntamiento que controle y sancione a todo el que vierta veneno en las calles. En la plataforma "Change.org" ha recibido ya más de 1.500 apoyos.

"Black" tiene tres años. Pasea por Santa Marina con Liliana Castro y muchos vecinos le saludan. Parece que no recuerda lo que sufrió hace sólo unos meses: "Lo llevé al veterinario y empezó a sangrar por la boca y por el ano, tenía una hemorragia interna tremenda", explica la mierense. El diagnóstico fue claro: envenenamiento con raticida. "Estuvo en parada respiratoria, lo pasamos fatal", señala Liliana Castro. Y añade que "siento que nadie entiende lo mal que lo hemos pasado en mi casa, 'Black' es un miembro más de la familia".

Los primeros que no la entendieron, señala Castro, fueron los dos vecinos que estaban vertiendo el veneno: "Me dijeron que no me pusiera así que, total, sólo era un perro". También le dijeron que llevaban años haciéndolo, "para evitar que haya ratas en el barrio". Afirmación que enfadó aún más a Liliana Castro, por lo que decidió llamar a la Policía Nacional. "Los agentes pidieron que se identificara el matrimonio, pero ni siquiera que retiraran el veneno", explica. Al día siguiente fue a poner una denuncia, pero le dijeron "que tenía que entregar un escrito en el Ayuntamiento". Lo hizo, y no recibió ninguna respuesta.

La campaña que ha emprendido en internet ha tenido mucha repercusión en las redes: "Somos muchos los que pensamos que el Ayuntamiento tiene que tomar medidas en esto". Dice que el veneno que afectó a "Black" tiene un aspecto "muy llamativo" para perros y también para niños: "Me pregunto a qué están esperando para actuar". De hecho, se han dado ya cinco casos de envenenamientos de perros en la misma zona. "Me da pena tener que hacer esto porque es el Ayuntamiento quien debe velar por nosotros". Los impuestos que cobra la Administración local, concluye, "deberían de servir para que todo funcione".

Convenio en Mieres

No todo son malas noticias para los animales del concejo de Mieres. El Ayuntamiento de Mieres y la asociación protectora Alma Animal rubricarán hoy el acuerdo para la gestión del albergue canino municipal. Así oficializarán un acuerdo que habían tomado hace ya una semana. El colectivo asumirá ya, tras una transición de la mano de los anteriores gestores de la protectora "El Trasgu", el cuidado del casi centenar de animales que ocupan las jaulas de la perrera mierense a día de hoy.