La Sociedad Los Humanitarios de San Martín de Moreda falló ayer sus X Galardones "Colmena de oro" a la solidaridad y "Espiga de escanda de oro" a la tradición, que fueron a José Antonio García Santaclara, de la Fundación Siloé y a Vicente Prado Suárez, "el Pravianu", respectivamente. La presidenta de los Humanitarios, Esperanza del Fueyo, quiso destacar ayer la "satisfacción" que había entre los miembros del jurado. "Ha sido fantástico todo el debate y el jurado estaba muy contento, así que nosotros no podemos más que estar muy orgullosos, no sólo yo, sino también el resto de la directiva".

El premio "Colmena de oro" a la solidaridad distingue y valora la dedicación de personas, colectivos o agrupaciones que se caractericen por su buen hacer en pro de las personas más necesitadas, contó en esta ocasión con una docena de candidaturas. De García Santaclara y la Fundación Siloé, el jurado valoró el trabajo de la entidad, con una casa en Mareo (Gijón), donde recogen enfermos terminales y dan respuesta a las necesidades de los reclusos y exreclusos, además de a personas con VIH. Asimismo, la fundación fue partícipe en la creación de la asociación "Chavales en libertad", que puso en funcionamiento un hogar funcional con atención a menores. En los últimos años también desarrolló un nuevo programa de discapacidad intelectual. Santaclara es la cabeza visible de esta entidad. Trabajó en el hospital Psiquiátrico de Oviedo alternando esta labor con sus estudios en el seminario, también estuvo en el teléfono de la esperanza y vivió en París atendiendo a los emigrantes españoles hasta que regresó a Asturias.

La fundación Siloé sucede en el palmarés a la cocina económica de Oviedo, que se llevó el galardón el año pasado. La Cocina Económica, entidad fundada en 1888, adquirió su nombre actual en 1909, cuando se constituye como asociación civil. Está dirigida por las Hijas de la Caridad de San Vicente Paúl que, cuentan con el premio Príncipe de Asturias a la Concordia.

El galardón "Espiga de escanda de Oro", por su parte, distingue a personas, grupos y entidades culturales que trabajan para recuperar y cuidar la tradición de la cultura asturiana. En este caso, fueron diez las candidaturas presentadas, entre las que salió elegido el Pravianu. El jurado galardonó a Vicente Prado Suárez "por lo que representa en el folclore y la música tradicional asturiana y su proyección internacional, siendo un icono de la asturianía fundamentalmente en los centros asturianos de América". En treinta y cinco años ha logrado protagonismo destacado como constructor, profesor y difusor de la gaita asturiana, dignificando a la misma. Además el jurado destacó su carácter solidario y altruista.

En 2016, se hizo con la distinción José Antonio Anca, un llanisco que lleva más de treinta años dedicado a la recuperación del patrimonio documental. En estos últimos años ha logrado recuperar en sus ratos libres casi 10.000 documentos históricos que han pasado a engrosar las arcas del archivo municipal llanisco. Entre sus hallazgos se encuentra la película "La llegada del tren a Llanes", que es la más antigua de Asturias que se conoce, o más de 4.000 fichas con la clasificación moral de las películas durante el franquismo.