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Desde mi Mieres del Camino

Tres "Mierense del Año" para la historia local

El acierto del jurado en la elección de los galardonados en la edición de este año de los premios, que fue todo un éxito

Cuarenta y cuatro años hace, con la convocatoria de 2016, que este concejo cabecera de la comarca del Caudal tiene por bandera la anual elección de sus "Mierense del Año", recogiendo la estela de ciudadanos o entidades que, a través de su quehacer diario, van dejando una huella de acción diaria en beneficio de la ciudadanía sin el menor atisbo de interés personal o económico. Por esas y otras condiciones, se les consideran el galardón por excelencia de este pueblo.

La idea y su puesta en marcha partió, hace esas más de esas cuatro décadas, del entonces corresponsal informativo del diario "Región", Laudelino Rodríguez, "Tito", quien, en el nombre del periódico y bajo su tutela, estableció los "Mierense del Año", título que viene desarrollándose puntualmente sin interrupción de ninguna clase. Consolidadas las distinciones y para mayor honra, el hecho se legalizó bajo la protección oficial de la asociación correspondiente y el amparo de colaboraciones tanto institucionales como particulares, entre las que se encuentra el periódico más leído de Asturias, es decir, LA NUEVA ESPAÑA.

Pues bien, ya es notoria y sabida la identidad de quienes este pasado año alcanzaron el justo reconocimiento a su labor, casi siempre callada y en ocasiones poco reconocida. Y el viernes, día 28 de abril, el auditorio de la Casa de Cultura "Teodoro Cuesta", completamente abarrotado de público, fue brillante escenario de la entrega de los galardones y otras distinciones decretadas por la propia asociación.

Pero antes, el mismo escenario registró unos prolegómenos que hicieron pleno juego a la efemérides desde los campos de la música y las artes, poniendo en escena "la ilusión", a través del concierto de Alfredo Morán y Elena Pérez-Herrero así como "la máquina retratar" de la Compañía Asturiana de Comedias. Total éxito sin más añadidos.

En el capítulo de distinciones por parte de la asociación Mierense del Año, destacan la insignia a Deportes Tuñón, el premio al mérito empresarial a Panadería Antón, el premio "Visiola Rollán", al deportista aficionado, que se llevó el piragüista y policía nacional Saúl Craviotto o la placa de honor al diario "El Comercio", galardón que recogió LA NUEVA ESPAÑA hace dos ediciones.

Y vayamos ya con los auténticos protagonistas de la convocatoria del año pasado, elegidos democráticamente por un jurado de una veintena de habitantes de la localidad, tras la presentación de las correspondientes candidaturas, seleccionadas de acuerdo con la filosofía que preside el espíritu de la asociación Mierense del Año y que resultaron ser un total de catorce.

Sin la menor intención de preferencia, citaremos en primer lugar a Javier Fernández López, director, desde 1992, del Museo del Ferrocarril, ubicado actualmente en Gijón. Este mierense de nacimiento y honra, a quien correspondió, desde la tribuna, ser portavoz de los tres galardonados, es, según el dicho popular, "un alumno que superó a sus maestros", puesto que terminada su carrera universitaria inició una labor gigantesca a favor de la arqueología industrial y su historia, con especial inclinación hacia el mantenimiento y actualización de los valores ferroviarios asturianos. Su actuación hubo de desembocar en el especial encargo de la Universidad de Oviedo para la elaboración de un capítulo de bienes muebles ferroviarios del Inventario Principado de Asturias. Tiene en su haber trabajos y estudios en diversas revistas siendo actualmente corresponsal de "Líneas de Tren", habiendo asumido también la dirección científica de la publicación "Gijón: Ferrocarriles Portuarios". Mieres le debe varias actuaciones muy meritorias y en estos momentos se encuentra ilusionado con la promoción del antiguo ferrocarril minero de Loredo a Riosa, con la posibilidad de un trazado turístico de un tren histórico que difunda el patrimonio industrial del concejo.

Que desde una localidad como Ujo se mantenga vivo un proyecto de acción difusora a través de la Asociación Cultural y Recreativa Radio Ujo, después de haber perdido inevitablemente la capital valores tan destacables como el semanario "Comarca" o "Radio Parpayuela", puede considerarse casi un milagro. Pues ahí está este colectivo, considerado como una de las tres radios libres e independientes de Asturias, sin más apoyo económico que la cuota de sus socios, lejos de subvenciones de cualquier tipo, puesto que "todos sus integrantes trabajan de manera desinteresada ofreciendo una especie de portavoz a todo tipo de colectivos que no tiene voz en otros medios". Así se puede decir que por sus micrófonos pasan con bastante frecuencia grupos como asociaciones de animales, Proyecto Hombre, Cruz Roja o Unidos por la Médula, con la particularidad de que ofrecen y acercan la radio a los más jóvenes promoviendo talleres de radiodifusión en distintos centros educativos. Es todo un movimiento de labor permanente de la que pueden sentirse orgullosos los ciudadanos mierenses y de forma muy especial los habitantes de Ujo. Su presidente, para conocimiento general, es Alberto Ecker, aunque todos sus miembros son dignos de mención.

Y toca ahora el "Mierense del Año", diríamos que especial, en la persona de Enrique Espina Llaneza, ciudadano de espíritu modesto que, con su carácter campechano va por la vida abriendo puertas a favor de proyectos de expansión que aún respiran por estos lares. Su larga trayectoria se inició hace más de treinta años a la sombra del Club Patín Mieres, bajo el paraguas del inolvidable Alfredo Visiola Rollán, desempeñando varios "oficios" de interés desinteresado como el de tesorero, vicepresidente, delegado?, en fin, hombre para todo. De todas formas y con anterioridad, Espina, como popular y cariñosamente se le conoce, respondió a otras demandas, siendo también tesorero de la Peña del Taxi-Bar-Palma desde su fundación hasta que se disolvió. Por otra vía y más tarde se hizo voluntario en el Centro de Mayores de esta localidad y desde hace más de catorce años forma parte de la directiva de la propia Asociación Cultural "Mierenses del año". Como se puede observar estos movimiento de acción en beneficio de la ciudadanía, en la capital de la comarca del Caudal, han tenido el honor de contar con la colaboración infatigable que, sin el menor deseo de interés personal, solo puesto el punto de mira en el colectivo, viene desarrollando Enrique Espina Llaneza.

Dejar constancia aquí de que la entrega de los galardones resultó un éxito, quizás sea quedarse corto. Ante una tribuna de personalidades que presidieron el acto, entre las que se encontraba el alcalde, Aníbal Vázquez, el consejero de Cultura de Principado de Asturias, Genaro Alonso, y el presidente de la asociación Mierense del Año, Laudelino Rodriguez, "Tito", el entusiasmo de los cientos de asistentes al acto presidió cada una de las partes previstas en el desarrollo del programa, como fueron las intervenciones desde la tribuna, caso de la pregonera la mierense Laura Castañón, quien deleitó con su llana, sincera y emotiva alocución, la del representante del Principado, la del propio alcalde, la de Javier Fernández en nombre de los premiados y las palabras de Saúl Craviotto dejando constancia de su vinculación con Mieres. Para mayor abundancia, la turonesa Sonia Fidalgo fue la encargada de las presentaciones.

Y para rematar este trabajo de exposición periodística, un detalle a tener en cuenta. Dentro del contexto de la revista "Mierense del Año", una invitación, por parte de la presidenta de Hunosa María Teresa Mallada, a todos los presentes y habitantes de las dos cuencas con el anuncio de los actos programados en torno a los cincuenta años de la constitución de la empresa pública. Un dato simpático para finalizar. Los alevines del C. P. Mieres formaron arco con sus sticks para recibir a los premiados, dado que entre ellos se encontraba Enrique Espina.

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