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Viaje al Valle virtual

Proyectos millonarios como el tranvía, el parque tecnológico de Nitrastur y el hípico de Blimea quedaron en papel mojado por su escasa viabilidad y la supresión de los fondos mineros

El nuevo eje urbano de langreo.

Suena el despertador en casa de Paco y Marta. Son de Langreo y viven en la planta quince, la última, de una de las torres de pisos levantadas en el solar del viejo cuartel de la Guardia Civil. Por la ventana se ve el recinto ferial de Talleres del Conde y, un poco más allá, la explanada de la antigua subestación eléctrica de Lada, trasladada hace años. Paco trabaja en el palacio de justicia de la calle La Nalona y Marta en una compañía tecnológica del nuevo parque empresarial de Nitrastur. Mientras desayunan, hacen planes sobre cómo van a pasar el fin de semana sin salir de la comarca. Piensan en pasear por el parque escultórico de Laviana, ir al centro acuático de La Reguera, visitar el museo de la aeronáutica o coger el tranvía para ir al hípico de Blimea y jugar al golf en la Campa l'Abeduriu.

La escena relatada en el párrafo anterior podría haber sido real, pero todos los proyectos descritos no pasaron de eso, de meros proyectos. Se quedaron en el papel, en el ámbito de lo virtual, como otras tantas iniciativas planificadas para el valle del Nalón a lo largo de los últimos años al amparo de fondos mineros y planes complementarios. La supresión de estas partidas supuso el carpetazo definitivo o, en el mejor de los casos, el aplazamiento indefinido de la mayor parte de las obras proyectadas.

Quizá una de las actuaciones más ambiciosas fuese el tranvía, el denominado tren-tran, que debía convertirse en el eje de la modernización de la línea de la antigua Feve en la comarca, así como en un elemento vertebrador de la trama urbana, gracias a la liberación de los espacios ocupados por las vías. Se gastaron 3,8 millones en la redacción de los proyectos de los tranvías del Nalón y del Caudal e incluso llegaron a encargarse los convoyes. El coste de ejecución era de 140 millones, que debían sufragarse con cargo a los fondos mineros. Cuando Foro Asturias llegó al Gobierno regional, desligó el proyecto de las partidas del Plan del Carbón, en contra del criterio del PSOE y de sus alcaldes.

En el marco de las infraestructuras, otras de las obras que se pusieron sobre la mesa y que no llegaron a concretarse fueron el desdoblamiento del Corredor del Nalón hasta El Entrego, la mejora de la conexión entre Aller y Laviana por la carretera de La Collaona, y la reparación integral de la vía Campo de Caso-Infiesto y la carretera del puerto de Tarna. Los proyectos de mejora es estas dos últimas infraestructuras se han limitado a reparaciones en puntos y tramos concretos.

Iniciativas frustradas

En el reparto de los proyectos que se quedaron en el tintero, Langreo exhibe un buen número de iniciativas frustradas. Una de las más importantes era el parque empresarial que debía levantarse en los terrenos de Nitrastur, la zona de expansión natural de La Felguera. El expresidente del Principado Vicente Álvarez Areces presentó en varias ocasiones un proyecto que incluía zonas residenciales y comerciales, así como espacios para empresas tecnológicas. El elevado coste de descontaminación de los terrenos y la falta de financiación lastró el proyecto.

Otro plan que hizo agua fue el centro acuático planificado para La Reguera. Fue una iniciativa surgida después de que el Principado decidiera cerrar las piscinas de Riaño y Pénjamo. El gobierno local de Langreo pensó en entonces en desarrollar un amplio centro acuático y deportivo en esta última instalación. El presupuesto era de 2,3 millones de euros de fondos mineros para dar forma a un espacio con balneoterapia y actividades acuáticas. También estaba prevista la reforma de las pistas de tenis y la construcción de unas nuevas de pádel.

El hospital de parapléjicos (un ambicioso proyecto que finalmente perdió calado y derivó en el actual centro de discapacitados), las torres de pisos proyectadas para el solar del antiguo cuartel de la Guardia Civil, el museo de la aeronáutica y el palacio de justicia de Langreo (que debía agrupar en un edificio de La Nalona los cuatro Juzgados del concejo, con una inversión de siete millones) fueron otras de las actuaciones que finalmente no llegaron a ver la luz en el concejo cabecera de la comarca.

Aguas arriba del río Nalón la situación no cambia mucho. El centro ecuestre pensado para Blimea pretendía contar con una gran pista para cursos formativos y competiciones, además de organizar recorridos turísticos y actividades terapéuticas. El proyecto se completaba con un espacio de cría de caballos y 40 boxes, todo por 2,5 millones de euros. En El Entrego, la Campa de l'Abeduriu ha sido uno de los espacios elegidos para proyectos que no llegaron a fructificar. Un campo de golf y un recinto de multiaventura son algunos de los ejemplos.

Siete millones de euros estaba previsto gastar en el parque escultórico de Laviana, un espacio lúdico y artístico entre Barredos y la Pola de Laviana el que se quería involucrar a artistas como Pepe Noja o Cuco Suárez. La Casa del Urogallo o el museo de Coto Musel son otros paradigmas del valle virtual del Nalón que pudo ser y no ha sido. Al menos, por el momento.

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