"Somos la zona de Mieres más abandonada. No conocemos lo que es una inversión y los fondos mineros no dejaron ni un euro aquí, pese a ser uno de los valles con más historia carbonera de todas las Cuencas". Los portavoces del movimiento vecinal del valle de San Juan se sienten maltratados por todas las administraciones, sin excepción, y pretenden reclamar lo que a su juicio se les debe. Las asociaciones se han unido para solicitar que se corrija un "agravio histórico". Así, han convocado una reunión para mañana, miércoles, con el objeto de poner en funcionamiento una plataforma ciudadana que sirva de lanzadera para la reivindicación local.

La citada reunión se celebrará en los locales de Asociación de Vecinos de Rioturbio, a partir de las seis y media de la tarde. La plataforma "La Güeria San Juan también existe" se constituyó oficialmente, en el mes de abril, con los respaldo de una decena de asociaciones vecinales. Ahora quieren que se sumen otros colectivos, como sociedades de festejos, entidades deportivas o incluso asociaciones de padres de alumnos. Alberto Álvarez, conocido popularmente como "Berto Barredo", ha asumido la presidencia del colectivo. "Las diferentes iniciativas tomadas hasta el momento por las administraciones se han mostrado a todas luces insuficientes y han condenado a esta zona a vivir una situación de desindustrialización, proyectando una imagen hacia el exterior dañada y bastante deteriorada", remarca Álvarez.

Ángel Luis Rubio es el portavoz de la asociación de Rioturbio, el principal núcleo de población del valle. "Simplemente reclamamos que se aborden proyectos de recuperación y regeneración de un territorio que ha sido muy castigado", apunta. Recuerda que "hay zonas del valle que no tienen ni saneamiento".

La nueva plataforma vecinal aspira a conseguir que las administraciones se involucren finalmente en actuaciones que logren revitalizar un territorio totalmente deprimido. Tienen reclamaciones concretas. La Güeria San Juan espera la reutilización del terreno despejado que se extiende delante del castillete y del edificio del polvorín del pozo Tres Amigos, sin actividad extractiva desde 2000.

La reivindicación social es mucho más amplia. Los portavoces vecinales reclaman, por ejemplo, la regeneración de escombreras, transformándolas en zonas de repoblación forestal, así como la implantación de zonas bioclimáticas, donde se conjuguen diferentes actividades de tipo lúdico social y cultural.