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Un estudio evalúa el riesgo en Boo por la roca que amenaza con caer

El Ayuntamiento tramitará la contratación de una empresa de expertos para elaborar el proyecto, que financiará el Principado

Vista de Boo desde la peña que amenaza con caer. J. R. SILVEIRA

La incertidumbre tiene un peso en la localidad allerana de Boo. Un peso de 720 toneladas, la envergadura de la roca que amenaza con desprenderse en la zona alta del pueblo. El Gobierno del Principado ha anunciado que financiará un estudio para evaluar en profundidad el estado de la peña de El Picu (el barrio en el que se encuentra). El gobierno de Aller se encargará de los trámites administrativos.

El problema de la peña de Boo no es nuevo. La roca, de grandes dimensiones, está en un saliente de una finca privada. Empezó a agrietarse hace unos años y, actualmente, la situación es límite: algunas grietas tienen cerca de un metro de ancho. El Ayuntamiento, atendiendo a la petición de los vecinos, encargó un informe preliminar a una empresa de ingeniería geológica. La respuesta fue contundente: el macizo no es estable y puede desprenderse en cualquier momento. El Colegio de Geólogos de Asturias también mostró su preocupación: "En los años ochenta, Hunosa ya la vigilaba", señaló José Antonio Sáenz de Santamaría, presidente de la entidad. Entonces había labores mineras en el subsuelo, y la empresa pública tenía competencias para vigilar si la actividad afectaba en algún momento a la roca de El Picu. Cerraron las minas y, desde entonces, la hullera pública ya no tiene competencias en la zona.

Los vecinos siguieron en vilo, vigilando de cerca el devenir de la roca. Los técnicos del Ayuntamiento colocaron unas guías en las grietas, que cedieron en menos de un mes. Según Saénz de Santamaría, "es una piedra muy grande, muy fragmentada".

Imprevisible. El macizo no se puede controlar, así que la única salida que ven vecinos y Ayuntamiento es su demolición. Pero no será nada fácil: la zona tiene un acceso muy complicado, por lo que será difícil el paso para los vehículos pesados. Una de las propuestas de los expertos es la demolición de la piedra desde un helicóptero.

Hay propuestas pero, por el momento, no habrá trabajos. El Gobierno regional, que ha creado una comisión especial para abordar el problema en Boo, se ha puesto en contacto con el Ayuntamiento: "La envergadura del macizo y la complejidad de la situación requieren de un estudio más profundo", explicó ayer el alcalde del concejo, David Moreno. Y ese estudio se encargará a una empresa externa, a través del Consistorio. "El Principado deja en nuestras manos la tramitación administrativa, pero financiará el proyecto", matizó Moreno. El Alcalde valoró positivamente la disposición del Principado.

El alcance

El proyecto es el primer paso para acordar la mejor solución. Será una actuación que ataje el problema "con la mayor brevedad posible", afirman desde el Ayuntamiento. En los barrios más "expuestos" al macizo viven cerca de 200 personas. En el alto está El Picu e, inmediatamente debajo, se encuentra el núcleo de La Fontica. Tiene varias casas habitadas. En la parte media están Villa Hermosa, Nuevo Puenxo y La Vega. En este último, junto a La Plaza, se concentran el mayor número de vecinos. En la parte opuesta a la ladera, en principio fuera de peligro, están los barrios de El Campo de la Iglesia y Bustillé.

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