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Los fallidos proyectos de la reconversión minera

El Museo de los Quesos, sin inaugurar, necesita 100.000 euros para su arreglo

El edificio, construido en las tolvas del pozo Monsacro con 1,2 millones de fondos mineros, sufre ya cuantiosos daños tras siete años de abandono

El Museo de los Quesos, sin inaugurar, necesita 100.000 euros para su arreglo

El Museo de los Quesos Asturianos de Morcín se ha convertido en uno de los proyectos fallidos que mejor ilustran la querencia que, en los tiempos de bonanza económica, hubo en las Cuencas hacia el desarrollo de actuaciones cuya viabilidad no estaba avalada por un plan de gestión realista y bien estructurado. La consecuencia es que los 1,2 millones invertidos en la iniciativa hace una década sólo han servido, hasta la fecha, para generar más gastos. El Ayuntamiento de Morcín aún tuvo que pagar el año pasado alrededor de 50.000 euros por intereses reclamados por la constructora (OCA) que ejecutó los trabajos. Además, los responsables municipales estiman que, a estas alturas y debido al deterioro, harían falta más de 100.000 euros para acondicionar el inmueble para su aprovechamiento.

El proyecto tuvo en su momento un gran apoyo político, financiación a través de los fondos mineros y, aunque nunca se inauguró, ya ha tenido incluso dos nombres. El Museo de Lechería pasó hace unos años a denominarse Museo de los Quesos Asturianos. Ni uno ni otro han cuajado. Achacar el fracaso a un sólo motivo sería simplista, pero en este caso surgieron problemas que a larga fueron claves para explicar porqué encalló el proyecto.

El Ayuntamiento de Morcín comenzó a trabajar en la iniciativa a mediados de los noventa, pero no fue hasta una década después cuando logró atar la financiación y ponerlo en marcha. Las obras arrancaron en 2006 y todo indicaba que la actuación estaba encarrilada. El entonces presidente del Principado, Vicente Álvarez Areces, asistió a la presentación de la actuación, un acto que se celebró en el polideportivo de la Foz poco antes de que arrancase la rehabilitación de las viejas tolvas del pozo Monsacro.

En 2008, tras más de año y medio de obras, el proyecto sufrió un golpe del que a la postre nunca se recuperaría. El contratiempo surgió a raíz de un enfrentamiento entre la empresa adjudicataria de los trabajos y la dirección facultativa. El gobierno local intentó mediar para encontrar un punto de entendimiento entre las partes, que discrepaban abiertamente sobre el grado de ejecución de los trabajos.

Según explicaron fuentes municipales, la contrata Obra Civil Asturiana (OCA) consideraba que los trabajos estaban culminados y reclamaba el pago. Por su parte, la dirección de obra sostenía que la rehabilitación de las viejas tolvas del pozo Monsacro no se han desarrollado según el proyecto.

El arquitecto Félix Gordillo, según la información facilitada a este diario por fuentes de la Corporación, tasó en 857.000 euros las obras de ejecución del proyecto, licitado inicialmente en algo menos de 1,1 millones de euros. Esta valoración era muy similar a la realizada por el aparejador (911.000 euros). Por su parte, la empresa reclamaba alrededor de 1,4 millones de euros, con más de 300.000 euros de sobrecoste sobre el presupuesto de adjudicación. Finalmente, en octubre de 2009, se decidió pagar 1,2 millones.

El por entonces, y hasta hace unas semanas, alcalde del concejo, Jesús Álvarez Barbao, destacó el esfuerzo realizado por toda la Corporación para desbloquear la actuación. "Todos los grupos municipales han sumado para sacar adelante el proyecto", señaló Barbao. El ya exregidor, que se vio obligado el mes pasado a dejar el cargo tras sufrir una moción de censura, no está convencido en la actualidad de que entonces obrara con la suficiente contundencia: "Tal vez, visto lo visto, debimos ser más duros con ambas partes. Nuestro error posiblemente haya sido ser demasiado dialogantes", asume ahora Barbao.

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