Los vecinos de Muñón llevan décadas esperando por la descontaminación de la mina de La Soterraña. Han recibido con satisfacción el anuncio de este proyecto europeo. Pero a la satisfacción, en este caso, le sigue dudas. Una de las preocupaciones de los lenenses es "la magnitud" de los desechos necesarios para acometer el plan: 20.000 toneladas de escorias y cenizas. Los responsables del proyecto llamaron a la calma: "La Soterraña no será un vertedero".

Sentado en la primera fila está Aquilino Gómez. Un vecino del valle con mucho que decir: es el propietario de los terrenos. Empezó a trabajar como peón en la mina La Soterraña, luego estudió Ingeniería Técnica de Minas en la escuela de Mieres. "Tras años de trabajar aquí, los terrenos salieron a subasta pública y los compré", afirmó ayer. Empezó entonces una batalla por la descontaminación. Él formaba parte de la Plataforma de Vecinos Afectados por La Soterraña cuando el plan europeo tomó forma. José Álvarez, actualmente coordinador de IU , era el presidente de la entidad: "Fuimos a presentar nuestro problema en la Unión Europea, a través de nuestro eurodiputado Willy Meyer", afirmó. La tramitación ha sido larga pero los vecinos esperan que haya merecido la pena.