Dos detenidos y otras tres personas, dos de ellas mujeres, denunciadas por resistencia y desobediencia a la autoridad. Ese es el balance de una violenta trifulca que la madrugada del sábado al domingo estalló en un céntrico bar del casco urbano de Mieres.

Ya pasada la una de la madrugada varios de los clientes del establecimiento, situado en la calle Aller, comenzaron a discutir, subiendo de tono la disputa hasta que algunos de los presentes llegaron a las manos, con empujones y golpes. Desde el propio local se llamó a la Policía, acudieron tanto agentes municipales como de la Policía Nacional. Lejos de tranquilizarse los ánimos, la tensión fue en aumento, ya que dos de los hombres presentes, los detenidos, respondieron con agresividad a las indicaciones de los policías, que finalmente tuvieron que reducirlos por la fuerza. En pleno forcejo, una de las mujeres denunciadas rompió una botella de cristal en la cabeza de uno de los clientes incontrolados. Dos de los agentes sufrieron pequeños cortes en los brazos, por lo que necesitaron atención sanitaria tras la intervención. Las lesiones sufridas no revisten gravedad.

La actuación acabó con los dos citados clientes detenidos y acusados de resistencia y obstrucción grave a la autoridad. Ambos son vecinos del concejo y de nacionalidad española . Tienen 50 y 47 años, respectivamente. Además, otras tres personas, dos mujeres y un varón que rondan todos ellos la treintena y de nacionalidad dominicana, también han sido denunciados por las fuerzas del orden, en este caso, por resistencia y desobediencia.

Según los testigos, los arrestados, que en principio pasarán a disposición judicial hoy tras permanecer custodiados en los calabozos de la Comisaría durante dos noches, se mostraron hostiles en todo momento con los agentes durante la intervención. Los primeros en llegar al bar fueron dos policías locales. De inmediato se incorporaron a la actuación otros tres efectivos de la Policía Nacional. Entre los cinco tuvieron dificultades para reducir a los dos hombres detenidos, que actuaron con una agresiva resistencia, empujando y zafándose de los agentes, que no sin dificultades lograron reducirlos y detenerlos. Al tiempo que identificaron y de denunciaron a los otros tres clientes que más escándalo estaban montando.

El local

El ruido originado por la reyerta no pasó desapercibido en el entorno y algunos vecinos, pese a la hora tardía, se asomaron a las ventanas alertados por el ruido. La trifulca se produjo dentro del bar, aunque por momentos se trasladó hasta la misma puerta de acceso al local. El bar donde se produjo el altercado se encuentra en la zona norte de la calle Aller, concretamente en los viales abiertos a la circulación de vecinos, ya que el resto de esta concurrida arteria situada junto al parque Jovellanos es peatonal. Durante muchos años el establecimiento albergó una popular pulpería, pero actualmente el negocio está más ligado a la noche. En los últimos meses ha sido un foco constante de problemas y suma más de una decena de denuncias por incumplimientos de horario de cierre y ruidos, según pudo confirmar ayer este diario.