El Ayuntamiento de Laviana hizo ayer efectivo el pago de la deuda que el Consistorio mantenía con la Mancomunidad del Valle del Nalón desde "finales de los ochenta y principios de los noventa". Esta deuda ascendía a un total de 294.349,81 euros.
El alcalde de Laviana, Adrián Barbón, comunicó ayer por la mañana a la presidenta en funciones de la mancomunidad, María Fernández, que el pago de la deuda ya se había hecho. Según el gobierno de Laviana (PSOE), esta deuda se había contraído "como consecuencia de las diferencias entre las aportaciones municipales de Laviana y la liquidación final de los gastos de la mancomunidad".
El pago o no de esta deuda había generado cierta polémica entre el gobierno de Laviana y el de Langreo, que reclamaba al del alto Nalón que saldase su deuda. De hecho, Langreo llegó a expresar su intención de no pagar su aportación a la mancomunidad, hasta que el ente supramunicipal reconociese y saldase la deuda que a su vez mantenía con el Ayuntamiento langreano. Una deuda que debe saldarse gracias a la aportación realizada por Laviana.
Barbón subrayó que el pago se realiza "garantizando algo que era fundamental: que ello no supusiese que nos quedáramos sin dinero para inversiones en el concejo. Como la gestión económica ha mejorado, la consolidación de un remanente de Tesorería positivo potente nos facilita el abonar la deuda histórica sin poner en riesgo las inversiones". Según el Alcalde, "las cuentas municipales vienen mejorando año a año, y la previsión del gobierno local es que", a finales de este ejercicio, "las deudas de Laviana con los bancos queden fijadas en algo más de 2 millones de euros, la cifra más baja en décadas".
A principios de este año, la aportación anual de Laviana a la mancomunidad se incrementó alrededor de 70.000 euros. El Ayuntamiento había abonado previamente a este último pago otros 110.000 euros con carácter extraordinario para reducir la deuda. Finalmente, todo lo que debía el Consistorio lavianés ha sido ya abonado. Caso también pagó su deuda con la mancomunidad.
