No había día que Elena Martínez pasara por Oviedo y no visitara a Mafalda. Si había viaje a la capital, era obligado ir al Campo San Francisco y hacerse una foto con la escultura de la simpática, protestona e irónica niña del cómic, "hija" del historietista Joaquín Salvador Tejón Lavado "Quino". Así que un día su marido, Quico Torre, le hizo una promesa de amor: "Voy a tallarte una para ti sola". Y lo cumplió: talló una pieza perfecta y la expuso en su casa de Reconcos de Muñón (Lena). Poco podían imaginar entonces que su Mafalda se convertiría en un atractivo turístico. Desde que la escultura (réplica de la original de Oviedo, del escultor Pablo Irrgang) se dio a conocer, a través de LA NUEVA ESPAÑA, más de un centenar de personas han pasado a conocerla. Para que no esté sola, Torre trabaja en una nueva escultura con otro personaje: Felipe, el niño de la imaginación sin límites.
- Venimos a ver a Mafalda.
Es mediodía en Reconcos de Muñón y aparecen por la puerta de la casa Mario Alonso, Florentina Torre y Luis Gómez. No van a ver a Quico ni a Elena, sino a Mafalda. "No nos parece mal que nos robe protagonismo, es que es muy guapa", bromea Martínez. Fue ella la que pintó la escultura, con un vestidito rojo igual que el que luce la Mafalda del Campo San Francisco.
Las anécdotas son muchas desde que Mafalda está en casa. Como ese día en el que una pareja de la Guardia Civil, que estaba haciendo una patrulla por la zona, paró un momento delante de la vivienda para conocer a la "hija" de "Quino": "No podían pararse mucho, estaban trabajando, pero lo habían visto en LA NUEVA ESPAÑA y les pareció muy curioso". A mediados de julio, una niña de cuatro años subió hasta Reconcos de Muñón con su madre y su abuela: "Queríamos conocer a Mafalda, porque en la foto del periódico parece preciosa", les dijeron. Se llevaron varios "selfies" de recuerdo.
Es preciosa, original y está maciza: pesa cuarenta y cinco kilos. Quico Torre la talló en madera y fue todo un desafío. "Yo tallo mucha madera desde que me jubilé de la mina. Hice muebles, hice una puerta, decoré el hórreo, pero nunca antes había tallado un personaje tan popular", explica. Parece que le ha cogido el gusto, porque está trabajando en una figura de Felipe. Está ya muy avanzada y quiere que quede perfecta "porque a mi mujer también le gusta mucho".
Bonito gesto para un matrimonio que nació de un encuentro inesperado, hace cuarenta años, en Villada de Palencia. "Yo soy de allí y él había ido a encofrar un colegio", explica Elena Martínez. Empezaron a hablar, sin imaginarse que estaban destinados a compartir la vida y a regalarse todo. Hasta una Mafalda para decorar la casa. Los turistas que tengan previsto ir a ver a la nueva vecina de Reconcos de Muñón tendrán que esperar. Quico Torre y Elena Martínez están de vacaciones y Mafalda no volverá al pueblo hasta septiembre. La niña, entre tanto trajín de turistas, ya necesitaba un descanso.
