Laviana estuvo a tope. Pola de Laviana volvió a resurgir con miles de personas que ayer dijeron adiós a las fiestas de Nuestra Señora del Otero en el prau de la Chalana con la tradicional jira. La cita arrancó a las cuatro, con la concentración de peñas en la plaza del ayuntamiento. Posteriormente fueron desfilando por las calles de la Pola hasta llegar al prau de La Chalana.

Como cada año, las numerosas peñas iban cargadas de comida y bebida, con el calimocho y la sidra liderando los gustos de los romeros. Tanto el vino como el agua corrieron a borbotones durante la calurosa jornada de ayer, donde hubo algún que otro sofocón. Las peñas participantes, explicaba el romero Javier Rodríguez, disponían de furgonetas o camiones y música a todo volumen con el propósito de animar la fiesta "lo máximo posible". Eso sí, el colofón al paseo por Pola de Laviana fue ni más ni menos que entonar a coro, ya fuera sentados o de pie, la canción "Chalaneru": una tradición indispensable.

La "Santa Jira", del bar San Jaime, era la peña más numerosa, con cerca de 800 personas, ataviadas con camisetas rosas. De granate, los de la cervecería "Bulldog". Una de las participantes, la langreana Aida Gil, mostraba su emoción al ver que la fiesta sí era como ella esperaba pues "mucha gente decía que no iba a a haber música ni nada. Y ya ves, hay muchísima animación, era mentira". De azul claro vestían los de "La Inopia". Según Liliana Rodríguez, una peña formada más por "gente adulta que por jóvenes".

Los chavales fueron los protagonistas de la tarde tanto en el desfile de la romería como en el prau, que estaba separado en dos zonas. Una más tranquila para aquellos que buscaban "alejarse un poco de tanta fiesta" y merendar a la manera tradicional. La otra, en la que aterrizaban todas las peñas con su música.

Con la llegada de la noche, y con las pilas todavía cargadas, los romeros comenzaron a desalojar la zona. La Policía indicó que "no hubo ningún incidente". Y prosiguió: "este año, además, la protección fue máxima con la colocación de tres grandes contenedores. Un protocolo antiterrorista".

Con esta jira, Laviana puso punto y final a sus fiestas patronales. Hoy toca la responsabilidad de limpiar el prau. No obstante, la Pola ya mira con ansia hacia el sábado con la celebración del Descenso Folklórico del Nalón.

"Ya nos estamos preparando para el Descenso", señaló Andrea Ordiz. Para esta romera "la jira es como la previa. Primero hay que calentar para luego ya rematar en la siguiente, que será con la fiesta del sábado". Se espera que la cita fluvial, como cada año, no deje indiferente a nadie. La fecha está marcada en rojo en el calendario.