El retablo de la iglesia de Sama, inaugurado en 1953, afronta estos días una limpieza integral en el marco de las obras de restauración que se están acometiendo en el templo parroquial y que concluirán a finales de este mes. Se trata de la primera intervención de este calado que se desarrolla en el retablo en sus 64 años de historia, ya que anteriormente sólo se realizaban limpiezas menores, sobre todo en la parte baja. "Hemos aprovechado la instalación de los andamios destinados a pintar los techos para meternos a fondo en el retablo", indicó Natalia Díaz-Ordóñez.

Esta restauradora detalló que "es un proceso minucioso. Primero se está utilizando un aspirador para quitar las capas gruesas de todo el polvo acumulado en estos años y después se emplea un hisopo para limpiar los recovecos. A continuación se aplica una resina para asentar el color en las capas que lo necesitan y se da una protección final", apuntó Díaz-Ordóñez. Los trabajos también incluyeron, previamente, una revisión de todos los anclajes y del estado estructural del retablo. También se realizó un tratamiento contra la carcoma.

La iglesia parroquial de Sama cerró sus puertas a finales de julio para acometer una importante remodelación en su interior. Junto al retablo, también se están restaurando las imágenes del templo y se pretende contar con nuevo presbiterio en el que estará colocado el sagrario, recuperar el baptisterio y la primitiva pila, e instalar luminarias de bajo consumo, entre otras actuaciones. Durante los meses de agosto y septiembre los oficios religiosos se desarrollan en la capilla del colegio de las Dominicas de Sama. La reapertura está prevista para el 7 de octubre, fecha en la que el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, acudirá a Sama para consagrar el nuevo altar.

La parroquia de Santiago ya había afrontado hace unos años una costosa inversión para restaurar el exterior del templo, que fue costeada con las aportaciones de los fieles. Esos donativos también serán la herramienta utilizada para financiar la reforma interior. Entre las obras realizadas hasta ahora se ha desmantelado toda la parte del coro, que estaba totalmente apolillado.

También se le dará un baño de plata a sagrario, un elemento que tiene pasajes como la Anunciación, el Nacimiento de Jesús, la Adoración de los Reyes y la huida a Egipto. Asimismo, se limpiará y barnizará la portería y se recuperará el baptisterio, ubicado a la entrada del templo y que estaba cerrado. Hasta ahora se utilizaba una pila móvil que se colocaba junto al altar. Con el nuevo baptisterio se utilizará la primitiva pila, ya restaurada, y todos los bautizos pasarán a realizarse en esa zona del templo.