Tras la puesta en marcha del nuevo equipo de tomografía axial computarizada (TAC) hace unas semanas, el hospital Valle del Nalón, pondrá en funcionamiento en diciembre el nuevo aparato de resonancia magnética, que mejorará sustancialmente la calidad asistencial del complejo. Las obras comenzaron ayer y se alargarán durante dos meses. Mientras tanto, las pruebas se derivarán a otros centros hospitalarios del Principado.

El nuevo equipo, que se adjudicó en 1,15 millones de euros, supondrá un importante salto cualitativo en el tipo de diagnósticos que se realizará en el hospital. Y es que el nuevo modelo es de 1,5 teslas, frente a las 0,35 que tenía el que va a ser sustituido. El gerente del área sanitaria del Nalón, Tácito Suárez, destacó que "ha sido un concurso muy complicado el de su adjudicación, que se ha realizado desde el departamento de suministros del hospital, que han hecho un excepcional trabajo". La máquina es la misma que tienen en Mieres, con lo que los radiólogos y técnicos podrán acudir allí para formarse.

Durante el desarrollo de los trabajos de instalación, "no se va a demorar ninguna de las pruebas", remarcó el gerente. Así, los pacientes que estén ingresados en el valle del Nalón serán trasladados a los hospitales de Mieres y Oviedo para realizar las pruebas. En cuanto al resto de pacientes, serán citados en el centro que decida el Servicio de Salud del Principado. En diciembre, ya sí, volverán a realizarse las pruebas en el hospital langreano con el nuevo equipo.

El aparato que se está instalando permitirá hacer diagnósticos cada vez más precisos de manera no invasiva. También aportará sistemas inteligentes que permitirán automatizar tareas tanto en la planificación de los estudios como en la reconstrucción automática de los resultados.

Otra de las características de la nueva máquina es que la señal de resonancia magnética es digital en la propia antena receptora situada junto al paciente, con lo que toda la información se transmite hasta el ordenador principal por fibra óptica. Esto no ocurría con las anteriores máquinas, que utilizaban cables convencionales. De este modo, los estudios son mucho más precisos, contienen más información y el tiempo de estudio se acorta considerablemente. "Esto quiere decir que las exploraciones serán más cortas, precisas y menos angustiosas para los pacientes", subrayó Suárez.

También es destacado que los exámenes que se realizan son imagenológicos, es decir, que usan imanes y ondas de radio potentes para crear imágenes del cuerpo. A diferencia de otros estudios radiológicos, "no aplica dosis de radiación alguna al cuerpo humano". El paciente, por su parte, tendrá más espacio en su interior -pasa de 60 a 70 centímetros en el habitáculo-; y el diseño del imán y la sal a de examen hace que se reduzca la ansiedad, que es frecuente en los pacientes que se someten a este tipo de pruebas. También es menos sensible a artefactos por movimiento de pacientes poco colaboradores o nerviosos, con lo que evita en algunos casos la repetición de pruebas.

Por último, el equipo mejorará la realización de exploraciones más largas y complejas en neurología, tórax y abdomen; así como estudios músculo esqueléticos sin limitaciones en la valoración de ciertas estructuras anatómicas, todo con una mayor fiabilidad diagnóstica. Un aparato que, como apuntó el gerente, "cubre con creces, e incluso va un poco más allá, la cartera de servicios de nuestro hospital".