El Ayuntamiento de Mieres lleva desde que Aníbal Vázquez accedió a la alcaldía, en 2011, sin convocar una oferta pública de empleo. La política en materia de personal ha sido restrictiva, con un recorte salarial en 2012, enmarcado en un plan de ajuste, que permitió ahorrar casi 1,5 millones de euros anuales. En este contexto, los gestores municipales estructuraron en 2013 un plan de rejuvenecimiento de la plantilla que tomó cuerpo en forma de un programa que se llamó "Acuerdo sobre el fomento de la jubilación". Esta planificación no se ha desarrollado y el malestar de los sindicatos ha desembocado en denuncias judiciales. El Tribunal Superior de Justicia de Asturias le ha dado provisionalmente la razón al Ayuntamiento, pero el aval judicial no explica porqué lo que parecía viable en 2013 ya no lo es.
Varios son los motivos que explican el frontal de rechazo del gobierno local a la aplicación de los polémicos contratos relevo, por los que un trabajador veterano puede adelantar su retiro facilitando que su puesto se cubra con un desempleado. A lo largo de los últimos años, el gobierno local ha dado pocas explicaciones al respecto. Los integrantes del equipo de Aníbal Vázquez se han limitado a decir que el procedimiento encarecería la masa salarial y conllevaría que los nuevos trabajadores pasaría a tener la condición de indefinidos una vez se concretase el retiro definitivo de los titulares del puesto.
Los sindicatos, por su parte, niegan que los contratos relevo aumenten los costes salariales, de hecho, afirman lo contrario, y restan importancia al hecho de que el personal incorporado acabe como indefinido al término del procedimiento. Lo que es secundario para los sindicatos resulta trascendental para el gobierno local. Los gestores municipales no lo dicen abiertamente, pero aplicar los contratos relevo iría contra una planificación que pasa por reducir la plantilla municipal, sobre todo en lo que corresponde a las labores de operario.
Las fuentes consultadas por este diario explican que los planes municipales están muy claros. El objetivo en estos momentos es dejar que el personal veterano se jubile sin cubrir estas plazas. De esta forma, los puestos bien se amortizarían o bien se dejarían sin cobertura económica, que a efectos prácticos es lo mismo. De esta forma el pesado coste salarial de la plantilla se abarataría. En lo funcional, los gestores municipales también interpreten que con menos plantilla se prestarían mejores servicios, ya que subcontratando ciertas actuaciones los resultados se valoran como mejores y menos costosos. De hecho, una de las primeras medidas que adoptó en 2011 el primer gobierno de Aníbal Vázquez fue romper drásticamente con la contratación de trabajos subcontratados a empresas especializadas. Sin embargo, ahora ya es frecuente que se recurra a estos procedimientos, por ejemplo, para el mantenimiento se sendas verdes. Por eso, explican las fuentes consultadas, el Ayuntamiento no quiere el contrato relevo. Y es que cuando el trabajador saliente se jubile y su suplente quede como indefinido no se podrá prescindir de los segundos salvo que se convoque una oferta pública de empleo. De esta forma, la plantilla se regeneraría por sí misma.
