"Me siento como si hubiera vuelto a nacer". Miguel Gómez, vecino de Boo (Aller), resultó herido tras ser atacado por varias avispas que podrían ser asiáticas, según el médico que le atendió. Esta especie tiene un veneno más peligroso que las europeas y la reacción que producen suele ser similar en todos los afectados.

El hombre estaba en el monte de El Picu, acompañado por su hijo, cuando le picaron varios insectos. Fue atendido de urgencia por los sanitarios y aún sufre secuelas. Tiene diez picaduras: en el ojo izquierdo, la cabeza y los brazos. Otro vecino sufrió un ataque, horas más tarde, en el mismo lugar. El Ayuntamiento ha informado a la Consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales para que "se tomen las medidas necesarias para garantizar la seguridad de los vecinos".

Miguel Gómez y su hijo iban camino del monte con ganado. "Estábamos tranquilos, no habíamos visto ni escuchado nada, pero dos vacas que llevábamos empezaron a mugir y a correr como locas", explicó el allerano. No tardaron en saber por qué: antes de que pudiera reaccionar, Miguel Gómez sintió las picaduras. Primero en los brazos, luego en la cabeza y en la cara. "Intenté quitármelas de encima, me movía y braceaba, pero no sirvió de nada. Seguían picándome". En ese momento sintió dolor. Pero unos minutos más tarde, después de que su hijo le hubiera ayudado a quitarse los insectos de encima, empezó a sentirse realmente mal. "Estaba muy mareado, tenía la vista nublada", afirmó. Llamó a su hermano para que los recogiera y los ayudara a bajar al pueblo de Boo. Pero no sintió ningún alivio al llegar a casa: "Seguía igual o peor, creía que iba a morirme", aseguró, aún con molestias en el brazo que aguantó más picaduras. Tiene recuerdos confusos del trayecto hasta el centro de salud, pero relató que "al llegar a Moreda vi que el semáforo estaba en rojo. Yo no podía esperar, salí del coche y fui caminando como pude hasta el ambulatorio".

La suerte no estaba de su lado. En ese preciso momento, la doctora de guardia había salido para hacer un domicilio. Esperó unos minutos, que se le hicieron eternos, hasta que llegó la médica. "Me pusieron una inyección y me dieron una ampolla". Además, le recetaron pastillas para varios días y le indicaron que se pusiera hielo en las picaduras para frenar la inflamación: "Fue uno de los peores momentos de mi vida", reconoció Gómez. En casa, tras ser atendido por los sanitarios, siguió mareado durante horas.

Gómez estaba descansando ya en el sofá cuando Víctor Suárez pasó por El Picu con su caballo. Los insectos picaron al animal y a su dueño, que también tuvo que acudir al centro de salud para recibir atención médica. Le pusieron dos inyecciones y también le recetaron un tratamiento para varios días: "Cuando llegó al centro de salud le dijeron que otro vecino de Boo había estado unas horas antes", explicó Gómez. "Si me pican una sola vez más en la cabeza, no lo cuento", sentenció, rotundo.

El suceso ha generado alarma en Boo. El gobierno allerano, tras conocer la noticia, ha iniciado los trámites para garantizar la seguridad de los vecinos. "Nos pondremos en contacto con el Principado para que conozcan lo ocurrido y actúen en consecuencia", aseguró el alcalde, David Moreno. El máximo dirigente local pedirá a la Consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales que evalúe la zona y termine con el avispero con la mayor brevedad posible. El regidor hizo un llamamiento a los vecinos: "Si los vecinos localizan otro avispero en el concejo deben ponerse en contacto con nosotros para evitar nuevos ataques".

El primer asturiano hospitalizado por picaduras de avispa asiática fue Víctor Vigo, un vecino de Oyanco (Aller). Ocurrió en 2015, cuando estaba haciendo leña en su caserío de Los Torneros. Pasó una noche en el hospital y recibió tratamiento médico durante una semana. Afirmó que había sentido "como un calambrazo" y luego que le faltaba el aire. Miguel Gómez recuerda haber leído su caso en LA NUEVA ESPAÑA: "Ahora sé lo mal que se sintió". Gómez aún no se ha atrevido a volver a pasar por el lugar de El Picu en el que, según sus palabras, se vio morir.