La demolición del edificio ruinoso del viejo cuartel de la Guardia Civil de Langreo ha dejado al descubierto una premiada construcción. Escondido tras el acuartelamiento, que en los últimos años mostró unas mallas protectoras en las fachadas, para evitar la caída de cascotes, y maleza creciendo en los tejados, se escondía el Centro deportivo y de ocio Juan Carlos Beiro, que ahora luce desde la distancia.

El proyecto del Palacio de los Deportes Langreano firmado por Javier Pérez Uribarri, del estudio ACXT, ganó el premio ARQAno que conceden los colegios de arquitectos del noroeste de España. Fue seleccionado para las muestras de la X Bienal de Arquitectura Española y de la VII Bienal Internacional de Arquitectura de Sao Paulo, en Brasil, además de ser distinguido con el premio Asturias de arquitectura 2008 concedido por el Colegio Oficial de Arquitectos de Asturias. Galardones para un edificio, inaugurado en 2007, que nació encorsetado entre el antiguo cuartel, el estadio de Ganzábal, las vías del tren y el río.

Uno de los obstáculos del complejo deportivo gestionado por el Principado ha desaparecido con lo que a la mejora estética lograda al derribar la ruinosa construcción se une el descubrimiento de la singular edificación. Javier Pérez Uribarri diseñó una composición de pliegues, olas verdes en el que cada uno tenía su correlación con los espacios exteriores (pista polideportiva, piscinas y resto de servicios). Unas cubiertas acabadas con césped artificial y en el interior, grandes muros de hormigón con estrías verticales "pintados de negro como grandes masas de carbón", rinde homenaje a la cultura de las cuentas mineras, aseguró el diseñador al definir su proyecto poco después de su inauguración. Diez años después de que el Palacio de los Deportes langreano entrase en funcionamiento luce y se muestra. No pudo ser antes a pesar de que el viejo acuartelamiento fue cerrado definitivamente hace tres años y medio. Antes, a finales de 2010, había finalizado la construcción del cuartel de la calle La Unión pero las discrepancias entre Sogepsa y el Ministerio del Interior en torno al desarrollo del convenio retrasaron su puesta en marcha.