"Últimamente, no entiendo nada de lo que me rodea", reconoció Vicente Romero, veterano escritor, periodista y reportero. Durante muchos años, Romero fue enviado especial de Televisión Española en la mayoría de lugares en conflicto. Él fue el encargado de cerrar la XIV Semana Solidaria organizada por la Fundación "JuanSoñador", con la charla "Países en proceso de reconciliación". El acto contó con la colaboración del Club LA NUEVA ESPAÑA de las Cuencas. Fue moderado por Marcelino Montoto, misionero, arcipreste, vicario episcopal y antiguo párroco de Mieres, entre otras localidades. Montoto comenzó haciendo un repaso de las actividades realizadas a lo largo de la Semana Solidaria, focalizadas en el fenómeno del "descarte". "Los efectos devastadores de las guerras tienen un denominador común: el ataque indiscriminado contra la población civil", dijo el moderador, que hizo un resumen de la extensa biografía de Vicente Romero. "Hemos conseguido que esté aquí gracias a su amistad con Yayo", declaró Montoto en referencia al misionero mierense Ángel Eladio González Quintana, conocido como Yayo.

Romero inició su disertación haciendo un reconocimiento a Yayo: "Le conocí en una aldea de Burundi, llevando en brazos a un anciano enfermo". Su opinión sobre el título de la charla quedó rápidamente despejada: "No conozco ningún proceso de reconciliación que haya salido bien, comenzando por el nuestro. Tenemos las cunetas llenas de cadáveres", aseveró el reportero, que ve posible el perdón pero no el olvido. "No es verdad que el tiempo lo cure todo; no hay nada más obstinado que un muerto", afirmó Romero, para el que con carácter previo a cualquier intento de reconciliación ha de hacerse justicia. "Pero no la justicia de los vencedores, que no suele tener nada que ver con justicia". Desaparecidos en Argentina, asesinados en Guatemala, desterrados en Kosovo, exterminados en Ruanda, víctimas del hambre y la sed en Etiopía o Somalia, de las epidemias en gran parte de África, de la infinita voracidad de las grandes corporaciones internacionales, ejemplos todos de una injusticia que imposibilita la reconciliación.

Romero habló de su trabajo. "Cuando llegamos los periodistas al conflicto nos cruzamos con los funcionarios internacionales, que son los primeros en salir corriendo. Los únicos que se quedan son los misioneros", explicó el veterano reportero, que se reconoce agnóstico, a pesar de lo cual no duda en afirmar que "en las situaciones más terribles siempre encuentras un grupo humano movido por la fe para echar una mano". En este punto, Romero volvió a dirigirse a Yayo, que llegó a ser perseguido por el ejército de Burundi y para el que solicitó un aplauso del público. Y el aplauso fue ovación.

Vicente Romero cargó contra las corporaciones internacionales, con intereses globales y que son capaces de doblegar a los Estados. "Revolución significa cambio, y hace falta un cambio", afirmó el periodista, que echa en falta los valores del pasado, ya plasmados en la Declaración de Independencia de los Estados Unidos y, posteriormente, consagrados en la Declaración Universal de los Derechos Humanos. "Hoy, el único valor es el bursátil, por lo que se mata y se muere", lamentó Romero, que se muestra muy preocupado por la pasividad y desmotivación de nuestra sociedad. "Los medios de comunicación están controlados por el capital y sólo muestran lo que a ellos les interesa. Por ejemplo, Arabia Saudí acaba de cerrar su frontera con Yemen, condenando a morir de hambre a millones de personas. Sin embargo, no tenemos allí ningún enviado especial informando. Arabia Saudí es un cliente importante", concluyó Romero.