Iberdrola descartó ayer que le vaya a poner el cartel de "se vende" a su central térmica de Lada, tal y como le había solicitado el ministro de Energía, Álvaro Nadal. La compañía justifica su cerrazón a buscarle un nuevo propietario a la instalación langreana por el hecho de que la clausura -señalaron ayer desde la compañía vasca a este diario- responde a una estrategia empresarial para luchar contra el cambio climático. Descartada esa vía, la posible continuidad de la planta queda ahora exclusivamente en manos del Gobierno, que debe decidir si autoriza o deniega el cierre que ha solicitado ya la eléctrica. El curso de ese expediente, en el que se pide la clausura, puede tardar un año en completar su paso por las diferentes administraciones que tienen que revisarlo.

La fractura entre las posiciones del Ejecutivo e Iberdrola es patente. Aunque el pulso que mantienen ambos vivirá un nuevo capítulo mañana jueves en Madrid. Está previsto que ese día el ministro de Industria, Álvaro Nadal, se reúna con representantes de la dirección de la eléctrica que preside Ignacio Sánchez Galán. Al encuentro asistirán también el presidente de Asturias, Javier Fernández, y el de Castilla y León, Juan Vicente Herrera (Iberdrola también va a cerrar la térmica de Velilla del Río Carrión en Palencia), para defender los intereses de sus territorios.

En la visita a Asturias realizada el lunes por el Ministro para firmar los acuerdos del reparto de los nuevos fondos mineros, el propio Álvaro Nadal emplazó a Iberdrola a buscar un comprador para la térmica de Lada antes de tomar una medida tan drástica como el cierre. Nadal justificó su petición asegurando que la decisión sobre la estructura o mix de generación eléctrica de un país no es una decisión que competa a las compañía privadas sino a la política energética que deciden los poderes públicos. Esa solución no será posible. La propia Iberdrola aseguró ayer a este diario que la térmica "no está en venta", y que la solicitud de cierre que ya se ha transmitido al propio ministerio de Energía no tiene marcha atrás.

Decreto

La compañía de Galán busca de esta forma adelantarse al propio Gobierno que pretendía, mediante el decreto que ya estudia Competencia, regular el cierre de estas centrales, y así tener la sartén por el mango para que lo que se ha calificado como la descarbonización del país fuera algo más pausada. A cuenta de esta regulación, Nadal criticó al PSOE por no apoyar en el Congreso la elaboración de una norma con "rango de ley" que regule las clausuras.

Por su parte, los trabajadores de la central de Velilla mostraron su apoyo a una iniciativa de Podemos para pedir que la instalación de la localidad palentina se reconvierta en una planta de generación de energía eléctrica limpia mediante la quema de biomasa en lugar de carbón. El proyecto será discutido hoy en las cortes de Castilla y León.