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Faith y su hijo encuentran un hogar

La joven nigeriana que escapó de la mafia de la prostitución obtiene un piso social en Mieres tras meses de lucha: "Es precioso, no me lo creo"

Faith, asomada a la ventana de su nuevo hogar, en el concejo de Mieres. J. R. SILVEIRA

Tiene cinco años y quiere ser como Messi. Pero lleva unas semanas un poco distraído en el campo, porque está pensando en cómo decorará su nueva habitación. La que tenía hasta ahora era muy pequeña, con las paredes llenas de manchas de humedad y tan fría que se ponía malo con la llegada del invierno.

Ese niño es el hijo de Faith, una joven nigeriana que ha conseguido una vivienda social en Mieres tras meses de batalla: "Quiero dar las gracias a todos los que me han ayudado, al personal de Vivienda del Ayuntamiento, los concejales, la Plataforma Afectados por la Hipoteca y el Alcalde", dice, emocionada. Era la primera solicitante en la lista de viviendas de emergencia. Sólo en Mieres, quedan otras treinta y siete familias a la espera de una casa.

Era verano cuando Faith hizo público su problema. A media voz, narró la historia de cómo una mafia la había traído a España a la fuerza para prostituirla. Un hombre la ayudó a salir del club pero antes había intentado escapar sola. La apuñalaron en el muslo, dejándole la cicatriz de un pasado imposible de borrar. "Vivo en la única casa que me puedo permitir, pero está inhabitable", lamentó entonces. Y era cierto: su vivienda era muy pequeña, con daños estructurales y una cubierta que dejaba pasar todo el frío. Pagaba un alquiler bajo.

Su historia tejió una cadena humana de ayuda. La Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) le tendió la mano. También el Ayuntamiento, donde aseguraron que estaban trabajando en su caso. Hace unas semanas, Faith recibió una llamada: "Me dijeron que tenía que pasar a firmar para la nueva casa, no me lo podía creer", afirma. Era cierto y, ayer, empezó la mudanza. Recorrió cada habitación: "Es una casa preciosa, no me puedo creer que vaya a vivir aquí", afirmó con una sonrisa radiante.

Por fin cierra un capítulo de su vida con final feliz. Fuentes de la PAH aseguraron que hay otras treinta y siete familias esperando por el suyo. "Son los datos que teníamos a finales del pasado trimestre", explicó Miguel Ángel García, uno de los portavoces del colectivo. Dato que choca con la cifra que ofrece el colectivo a continuación. Actualmente, el Principado (a través de Vipasa) tiene en el concejo medio centenar de casas cerradas y sin acondicionar para su ocupación.

El número de solicitantes, prevén desde la PAH, aumentará a lo largo del año. Según han asegurado, se están multiplicando los casos de "infravivienda" en las Cuencas. Se trata de alquileres de casas en mal estado, a los que acceden personas en una difícil situación económica. "Principalmente son afectados por un desahucio, que no piensan volver a comprar una casa y tienen que quedarse con las rentas", afirma García. Una situación que se repite en toda la región, pero que en las Cuencas es más sangrante por los elevados alquileres y la escasa oferta de viviendas en renta: "Atendemos muchos vecinos de las comarcas del Nalón y el Caudal en esta situación".

En ningún caso culpan a los propietarios de las viviendas, porque "todos los ciudadanos tenemos una situación parecida, los bolsillos vacíos". Sí tienen reproches para los bancos con mayor presencia en las comarcas mineras. Los exponen así porque de las 146 casas embargadas en las comarcas mineras, sólo una se oferta en régimen de alquiler.

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