A primera hora de la tarde de ayer el velatorio por José Luis Fernández Simón quedaba abierto en una de las salas del Tanatorio de Cabueñes, de Gijón. Antes, al cadáver del infortunado montañero se le había practicado la autopsia en el Instituto Anatómico Forense, donde se confirmó la evidencia de que el traumatismo craneoencefálico que sufrió por el impacto de la piedra contra su coche, precisamente en la zona del conductor, había sido de tal violencia que no dio oportunidades al fallecido. "Desde el principio fuimos conscientes de que el golpe había sido bestial", admitía su amigo, Alfredo Suárez, que le acompañaba el viernes -con ellos iba además otro habitual de la pandilla, todos miembros del club Torrecerredo- en la salida de montaña que acabó por costarle la vida a Simón.

Fernández Simón, gijonés del barrio de Ceares, padre de dos hijos, era químico de formación y director de la planta asturiana de Eumedica Pharmaceuticals Industries S.L., compañía de matriz suiza que hace varios años adquirió Farmastur, sacándola de la crisis empresarial en la que estaba sumida, en un proceso en el que se involucró personalmente Fernández Simón. Hoy tendrá lugar el acto de despedida por el infortunado montañero, a las 16.00 horas, en Cabueñes.