Atraco, como poco inusual, en Mieres. Un hombre entró en una joyería del centro de la villa de la que era cliente habitual, con la cara descubierta, y sacó una navaja con una hoja de diez centímetros. "Dame lo que hay en la caja", exigió a la dependienta. Ella le entregó 730 euros. El siguiente movimiento del atracador sorprendió, más que asustó, a la mujer: le pidió que apuntara todos sus datos, dirección incluida, en un papel. Después se fue. Ocurrió a las 18.45 horas del día de Santa Bárbara. A las 21 horas, el hombre ya había sido detenido.

Hacía mucho tiempo que los cuerpos de seguridad no se encontraban con un caso semejante. Es un suceso tan anómalo que no se descarta que el delito fuera cometido a propósito para ingresar en prisión. La primera sorprendida fue la dependienta de la tienda. El hombre era cliente, había acudido varias veces a la joyería, pero esta vez llegó con un ánimo intimidatorio. Actitud totalmente inusual porque además, según la Policía Nacional, es un conocido de la encargada de la joyería.

El atraco, por tanto, fue ya sorprendente. Pero lo más asombroso estaba por llegar. "Tras consumar el atraco y antes de abandonar el establecimiento no reparó en decirle su nombre y apellidos, e incluso su dirección" a la dependienta que le había dado la recaudación del día, informaron las mismas fuentes. Todo quedó apuntado en una hoja de papel y el hombre abandonó el establecimiento con aparente normalidad.

La dependienta, sorprendida por este proceder, dio el aviso a la Policía Nacional. Aportó todos los datos que le había dado el hombre unos minutos antes. El atracador lo puso muy fácil y el caso se resolvió en poco tiempo: a las 21 horas, se concretó la detención del autor de los hechos. Al hombre, según la Policía Nacional, se le intervinieron la navaja de grandes dimensiones con la que perpetró el atraco y dinero. En ese momento, sólo tenía 540 de los 730 euros que se llevó de la joyería.

El detenido, junto a las diligencias policiales practicadas al efecto, fueron puestos a disposición del Juzgado de Instrucción en Funciones de Guardia. El titular del juzgado decretó el ingreso del hombre en el Centro Penitenciario de Villabona. No se descarta que ingresar en prisión fuera, precisamente, el principal objetivo del hombre. Los responsables del establecimiento que sufrió el atraco evitaron ayer hacer declaraciones y prefirieron permanecer en el anonimato.