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Todo el ciclismo en ochenta maillots

Adrián Jiménez, vecino de Riaño, expone en la Casa de Cultura de Sama una amplia selección del centenar de camisetas históricas que posee

Todo el ciclismo en ochenta maillots

Versión oficial: la exposición "De Coppi a Froome", abierta al público en la Casa de Cultura de Sama hasta el 5 de enero, es la historia de setenta años de ciclismo a través de una colección de más de ochenta maillots que lucieron deportistas épicos. Versión extraoficial: la exposición "De Coppi a Froome" es la historia de Adrián Jiménez (Riaño, 1982), un chaval que de niño ya se emocionaba con cada etapa del "Tour", de la Vuelta a España, del "Giro", o de lo que tocara si iba sobre dos ruedas. Y que, cuando se hizo mayor, se compró una bicicleta y decidió vestirse con los maillots de sus ídolos. "Por tontería", dice, empezó una colección que supera ahora las cien piezas.

Adrián Jiménez seleccionó para la muestra ochenta maillots: "Quería que contaran algo, que todos estuvieran relacionados con un momento que marcó la carrera de los deportistas o la memoria de los espectadores", explica, paseándose por la sala de la Casa de Cultura "Escuelas Dorado". El primero en la muestra es el que lució Fausto Coppi en 1948, del Bianchi Ursus.

¿Y el primero que compró para su colección Adrián Jiménez? Ladea la cabeza, pero no lo recuerda. "Empecé en 2014 o así. Fue cuando me puse en serio a andar en bici, y fui a una tienda de deportes para equiparme", explica. No se veía bien con nada, él quería parecerse a los ídolos con los que tanto se había emocionado ya de niño, y seguía emocionándose, a través de la pantalla de la televisión. "Primero busqué algún maillot barato, de imitación, pero enseguida me fui a por los originales". Originales del equipo e iguales a los que lucieron sus ciclistas de referencia. Incluso algunas piezas son las que realmente usaron los ciclistas en sus proezas. Es el caso de un buzo en tonos azules, que viste un maniquí en la exposición. Lo llevó Lance Armstrong, en el año 2002, tras superar un cáncer de testículos y ganar la carrera francesa varios años seguidos.

Ocurre algo con Jiménez que no suele pasar con los coleccionistas. Duda poco a la hora de escoger las piezas más representativas de su exposición. Y en su selección, siempre está Pantani a la cabeza. "Para mí fue un dios. Uno de los momentos más emotivos que recuerdo del ciclismo fue el Tour de Francia de 1998", explica. Se refiere al momento en el que Marco Pantani se convirtió en el ganador de la prueba: "Era la primera vez que un escalador puro ganaba el Tour de Francia". Recuerda, con orgullo, lo contento que se puso en aquel salón de la casa alquilada para las vacaciones en Fuengirola.

Porque, si hay una norma autoimpuesta que Jiménez jamás se salta, es que las etapas ciclistas son sagradas. "Ni playa ni nada, yo me quedaba en casa para ver toda la prueba", reconoce con una sonrisa. Y lo ha mantenido hasta ahora. Otra norma sobre su afición es no pagar nunca más de 150 euros por un maillot: "Se que hay gente que invierte mucho más, lo respeto pero yo me he puesto ese límite". Sigue dando una vuelta por la sala de exposiciones y se detiene frente a una de las piezas. Es un maillot azul, rotulado con "Orbea GIN MG", que lució Perico Delgado en la Vuelta a España 1985: "Es el primer ciclista al que admiré", reconoce. Versión extraoficial: ahí empieza de verdad la exposición.

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