-Tienes que venir siempre a hacer los deberes, Silvia. Yo los hago porque voy a ser profe, que me gustan mucho los niños.

Sara, alumna de 5.º B en el colegio Llerón-Clarín, hace un hueco a su compañera Silvia Barrul para que se siente junto a ella. Las dos forman parte del programa de la ONG Expoacción, con sede en el centro comercial de Mieres, para promover la formación de niños de familias en riesgo de exclusión social y mermar la tasa de Abandono Escolar Temprano (AET). Este es un problema que parece difícil de solucionar, a tenor de los últimos estudios. Una encuesta ha registrado que el 20 por ciento de los alumnos de las Cuencas no están satisfechos con su vida escolar. El descontento, recoge el estudio, es uno de los principales motivos que llevan a los jóvenes a colgar los libros.

El estudio sobre abandono escolar temprano forma parte del programa europeo "Drop App" (que se desarrolla a través del proyecto Erasmus+), que coordina en España el Instituto de Educación Secundaria (IES) Valle de Aller. Alumnos de la comarca participaron en el muestreo para evaluar el sentimiento de los jóvenes en las aulas y encontrar los factores de riesgo para prevenir el fracaso escolar. En el apartado sobre el método de enseñanza y los deberes, un 46% de los entrevistados aseguraron que prefieren trabajar en equipo.

-No es que te gusten los niños, tu quieres ser profe porque eres un poco mandona.

La réplica de Silvia Barrul a su compañera Sara hace reír a todos los niños que hoy hacen los deberes en el aula de Expoacción. "El proyecto está teniendo una muy buena acogida, en parte porque los niños prefieren trabajar con sus iguales", afirma David Santos, responsable de la ONG en las Cuencas. El principal objetivo de la organización es que los pequeños "tengan una oportunidad" y reciban un respaldo "integral": "En su mayoría son niños a los que no pueden ayudar, aquí estamos encima", afirma. Las ayudantes esta tarde son Marta Ares y Almudena Suárez. También es voluntaria Raquel Díaz.

Van de mesa en mesa ayudando a los pequeños, aunque ellos hacen más caso a los compañeros. Como cuando Iván Santos le pregunta a Yeray Barrul, mellizo de Silvia, qué color quedará mejor en el barco que ha dibujado. Según la encuesta "Drop App", un 56 por ciento de los alumnos prefieren pedir ayuda a sus amigos. Un 24 por ciento eligen a sus padres u otro adulto y un 20 por ciento no pide ayuda a nadie.

La falta de comunicación, apunta el estudio, es otro factor que desencadena el abandono escolar temprano. Ante los sentimientos negativos, afirmaron los jóvenes entrevistados, reaccionan con cerrazón, tendencia a discutir con compañeros o profesores y mal comportamiento en la escuela. Y a la cabeza de las dificultades que encuentran los niños en la escuela está "mantener la atención", seguido de "matemáticas".

Silvia Barrul asegura que sí le gustan los números, aunque su sueño es ser peluquera. En la última fila de la clase, muy callado, está Adonay Santos. Va a primero de Educación Secundaria Obligatoria y acude a la sala de Expoacción para cuidar de sus dos hermanos: "Me gusta mucho que vengan aquí, porque en casa no hacen los deberes. Yo sí, a mi me gusta mucho la escuela". Su sueño es ser piloto de rallies.