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La perrera de Langreo busca voluntarios

El Ayuntamiento fija una normativa para colaborar con el albergue canino que incluye no tener antecedentes y pasar una entrevista

Ana Isabel Fernández, gestora del albergue, junto a Puri Gallego, Ana María López, Mariela Álvarez y Ángeles Fariza, aspirantes a voluntarias. FERNANDO RODRÍGUEZ

Los nuevos voluntarios del albergue de animales de Langreo no podrán tener antecedentes penales o deberán presentar una declaración jurada especificando de forma clara que no han sido condenados por ningún tipo de delito por muerte o maltrato contra los animales. Este es uno de los requisitos básicos que incluye el nuevo protocolo elaborado por el Ayuntamiento, que desde ahora coordinará las labores de los ayudantes en las instalaciones de Pajomal. El documento refleja también las labores a realizar por los voluntarios y los criterios para la selección, además de los motivos de expulsión del programa.

"Se ha constatado la necesidad de regular una serie de normas que rijan el funcionamiento del voluntariado con animales en el ámbito de Langreo, para que cualquier ciudadano o ciudadana capaz pueda llevar a cabo su labor independientemente de la entidad que gestione el albergue municipal de animales", destaca el documento redactado desde la concejalía de Sanidad, que dirige la edil Blanca Pantiga. El acceso a la condición de voluntario del albergue está reservado a personas mayores de 18 años. Los mayores de 12 años deberán aportar consentimiento expreso de su legal representante. Además del certificado sobre antecedentes penales, también se requiere presentar la solicitud oficial, disponible en el registro del Consistorio. Para la selección final, es imprescindible realizar una entrevista personal.

Las obligaciones de los voluntarios están establecidas en el protocolo. Los ayudantes en las instalaciones de Pajomal pasearán y asearán a los animales. También se encargarán de juegos y labores enfocadas a la socialización, bajo supervisión del responsable del centro o si se cuenta con formación acreditada. Podrán alimentar a los cachorros en periodo de lactancia y optarán a la tenencia de animales en acogida de ser necesario.

No todos los voluntarios realizarán todas las labores. Con el objetivo de mejorar la organización del albergue, el protocolo establece distintos tipos de ayudantes. Los "paseadores" con dos niveles; el "nivel 1" establece que serán acompañados por un voluntario veterano o por un responsable del centro hasta la jaula del animal que van a pasear. El "nivel 2" son voluntarios que ya conocen a los animales del centro y las normas de funcionamiento y de los paseos. Los "voluntarios de acicalado" se encargarán de asear a los perros. Se seguirán una serie de normas, como habituar a los animales a los útiles necesarios para su correcto acicalado. "Voluntarios de recreo" se encargarán de distintas actividades y los "voluntarios terapeutas" deberán tener una formación específica para centrarse en actividades de socialización y tratar miedos de carácter leve.

Anulación

Se valoran varias causas para la pérdida de condición de voluntario. Todos los ayudantes de las instalaciones de Pajomal podrán dejar de colaborar a petición propia. Resultarán excluidos por dejar de cumplir alguna de las condiciones exigidas para su ingreso o por incumplimiento reiterado de las normas fijadas por el Ayuntamiento. Serán expulsados inmediatamente si tratan de forma violenta o despectiva a los funcionarios, a los responsables del centro o trabajadores del albergue o aquellos que maltraten a los animales. También si acceden sin la preceptiva autorización a zonas no permitidas del albergue, con especial referencia a los recintos de cuarentena y administración.

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