La VI Muestra de Cine Social y Derechos Humanos de Asturias (MUSOC) cerró su presencia en el concejo de Langreo con la proyección en las instalaciones del Cine Felgueroso del documental "Los sueños de Idomeni". A continuación tuvo lugar un encuentro con el público en el que estuvo presente la actriz Amparo Climent, directora y guionista del film. El acto, organizado por Acción en Red Asturias y Amnistía Internacional contó con la presentación de la Asociación Pro Inmigrantes Intervalo y la colaboración del Club LA NUEVA ESPAÑA de las Cuencas.

Benjamín Braga, presidente de Intervalo, mostró su satisfacción por poder contar con la proyección de una cinta que obtuvo seis candidaturas en la 31ª edición de los Premios Goya y destacó que son "inmensamente necesarias actividades como ésta, que ayuden a la ciudadanía a crear conciencia acerca del terrible caos que se sigue viviendo a día de hoy".

"Los sueños de Idomeni" narra la vida de los refugiados en el campamento de Idomeni en el año 2016, cuando Europa decidió cerrar las fronteras ente Grecia y Macedonia. Miles de personas de las más diversas procedencias (sirios, afganos, iraquíes y kurdos, sobre todo), fueron abandonadas durante meses entre las vías del tren de la Estación de Idomeni. "La mayoría, eran mujeres embarazadas o acompañadas de sus hijos que prefirieron exponerse a un viaje lleno de incertidumbre, miedo y peligros, antes que seguir viviendo el horror de la guerra" tal y como subrayó Climent.

La directora, que firma el la película junto a su hijo, Héctor Melgares, decidió recoger el testimonio sobrecogedor de algunas mujeres de muy diferente procedencia, edad y condición que narran su drama y paralelamente, hacer acopio de las experiencias de varias voluntarias, también mujeres, que decidieron dejarlo todo y viajar a Grecia "para ayudar e intentar ser útiles ante la dramática situación que se estaba viviendo".

Durante el encuentro con el público, quedó patente que no es la primera vez que Climent llega al mundo de la realización cinematográfica, siempre movida por sus inquietudes y firmemente decidida "a denunciar las injusticias y defender los derechos humanos". Así, la realizadora explicó que en el documental "Las lágrimas de África", rodado tras repetidos viajes a la frontera sur de Melilla, quiso contar "como viven los hombres, mujeres y niños subsaharianos que se hacinan en los campamentos del monte Gurugú y el Bolingo y que solo viven con el anhelo de saltar la valla y conseguir la ansiada entrada en Europa".

La cineasta enfatizó que "fue tremendamente duro estar en Idomeni y vivir tan de cerca un drama de esas dimensiones y también fue muy triste tener que dejar a los niños que estaban solos y se aferraban a tu mano".

Por otra parte, destacó el "nefasto" papel de los gobiernos "que no han sido capaces de poner fin a una situación inexplicable e inhumana". "Por eso nos centramos en el papel de los voluntarios y hemos querido rendirles con ello un homenaje, ya que fueron muchas las personas que dedicaron su tiempo, incluso vacaciones, a intentar restañar una situación que dos años después sigue sin solución y lamentablemente parece haber caído en el olvido", lamentó para finalizar su comparecencia.