En pocas ocasiones, los partidos políticos se ponen tan de acuerdo para defender una causa. Pero la implantación del Grado de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte -el antiguo INEF- en el campus de Barredo es lo suficientemente capital para el concejo de Mieres que todos los grupos parecen ir en la misma dirección. Ayer fue la Agrupación Municipal Socialista de Mieres la que reiteró su apoyo a que esta titulación se instaure en el concejo, alejando los cantos de sirena que llegan desde otros municipios como Oviedo, Gijón o Avilés.

"La implantación de la titulación mejoraría la oferta disponible en nuestro Campus, se rentabilizarían las inversiones realizadas, buscando la optimización de los recursos, contribuyendo al desarrollo tanto económico como social del municipio y de la comarca", señalaba ayer la secretaria general de los socialistas mierenses, Ana González Cachero. La responsable del PSOE local entiende también que la llegada de Deportes "serviría como foco de atracción de alumnado en un perfil profesional que ha experimentado gran auge en los últimos tiempos, dada la importancia y relación que tiene el deporte con la salud y la calidad de vida".

González Cachero reclamó "un acuerdo entre la Universidad de Oviedo y la Consejería de Educación y su respaldo a la implantación del Grado en Mieres, un proyecto ligado a las potencialidades del Campus, en un área deudora de inversiones por su aportación a la sociedad asturiana".

En los últimos días han sido varias las voces que han defendido la implantación del antiguo INEF en Mieres. Si primero se aprobó en el Pleno una declaración institucional de la Corporación en favor de la llegada del grado a Mieres, luego fue el PP local el que salía a la palestra, no solo exigiendo al Principado de Asturias, y en concreto al Presidente, Javier Fernández, que se pronunciase, sino que también pedía a la Universidad que estudiase un posible traslado de los estudios de Minas de Oviedo al campus de Barredo.

Y el lunes, la Coordinadora local de IU, Beatriz González, aseguraba que "por desgracia, en vez de producirse una reflexión sobre el papel vertebrador que puede desempeñar la Universidad en Asturias parece que asistimos a una especie de subasta en la que quieren imponerse los que tienen más dinero, no los que tienen más razones".