El alcalde de Aller, David Moreno, valoró la sentencia por la que salía absuelto del delito de prevaricación señalando que, con ella, "se demuestra lo que llevo defendiendo tres años y medio". Un tiempo "durante el que sólo he recibido hostias", manifestó. Moreno consideró lo sufrido como "un daño muy difícil de reparar, ya que se me ha dado un tratamiento de acoso y derribo".

En este sentido, el regidor aseguró que ahora, "los ediles que firmaron la denuncia -miembros del PP allerano- deberían dimitir por dignidad". Una petición que hizo "porque he tenido que aguantar que me dijeran que daba mala imagen al Ayuntamiento de Aller cuando son ellos los que lo hacían con una denuncia que hoy -por ayer- se ha demostrado que no existía, y que además ellos eran parte de la Corporación municipal".

Moreno, tal y como muestra la sentencia, dio cuenta de que lo ocurrido se debió en parte a la dejadez de los servicios municipales y al claro convencimiento de que se estaba aplicando un convenio en vigor. "Si pretendían ganar unas elecciones en los juzgados iban a tenerlo del todo complicado, porque las elecciones se ganan en las urnas y de forma democrática".

Este caso supuso, también, la salida del alcalde de las filas del PSOE, que le pidió que entregase su acta una vez que se le abrió juicio oral. Sin embargo, Moreno se negó y acabó expulsado del partido, así como el resto de los concejales de su grupo. Al respecto, Moreno sólo afirmó ayer que "ojalá que lo que me ha ocurrido a mí sirva para que ningún compañero que esté en la Alcaldía por el PSOE tenga que pasar por la misma situación, porque no se lo deseo a ningún compañero".