"Criticar al Ejército español te sitúa fuera del sistema; sin embargo, los más de cien militares condenados por delitos graves continúan dentro de él", denunció Luis Gonzalo Segura, exteniente del Ejército de Tierra y autor de "El libro negro del Ejército español", en el acto de presentación organizado por el Ayuntamiento de Mieres, que contó con la colaboración del Club LA NUEVA ESPAÑA de las Cuencas. Juan Ponte, concejal de cultura mierense, presentó al autor, señalando que éste fue expulsado del Ejército en junio de 2015 y que su obra "pone sobre la mesa que el concepto de corrupción, que habitualmente queda asociado a la política, la economía e, incluso, el fútbol, también puede extenderse a instituciones como el Ejército", lanzando al aire la pregunta de si todas las instituciones de una sociedad democrática son igualmente democráticas.

Por su parte, Luis Gonzalo Segura se mostró partidario de repensar qué Ejército necesita España, considerando que la actual estructura es demasiado grande y poco operativa. "Este es el primer ensayo crítico de las Fuerzas Armadas de los últimos 40 años", declaró el exmilitar, que considera esta situación como una anomalía en comparación con los estudios realizados sobre la mayoría de ejércitos europeos, algo que achaca a la opacidad y el oscurantismo que envuelven a la institución. "En nuestros cuarteles hay acosos, agresiones, corruptelas y negligencias que cuestan demasiadas vidas y que casi nunca se investigan. El sistema está concebido para la ocultación", manifestó el autor, que llama la atención acerca de la magnitud de los fondos destinados a la Defensa (60.000 millones de euros en dos ciclos inversores). "Carros de combate sin combustible, aviones y helicópteros almacenados, un submarino que no funciona? No sabemos en qué ni para qué nos gastamos todo ese dinero", alertó Segura, que denuncia que "tenemos un Ejército claramente franquista, ideológicamente hablando. Es una institución que se modernizó pero que no se democratizó". A este respecto, Luis Gonzalo Segura propone "destruir las estructuras que permiten al Ejército ser un Estado dentro del Estado" y volcarse en la profesionalización y formación de los militares. "El sistema entiende que un militar que piensa es un problema", lamenta Segura, que cuestiona el papel desarrollado por el Rey Juan Carlos I. "Es un monárquico convencido, pero no un demócrata", aseveró el autor, que considera que ninguno de los gobiernos constitucionales ha afrontado los profundos cambios que necesita el Ejército y alerta de que "si España fuera agredida no estamos en condiciones de defendernos", al tiempo que califica a la OTAN de "organización criminal actualmente responsable del holocausto producido en Afganistán, Irak y Siria".

Luis Gonzalo Segura se muestra escéptico cuando se le pregunta sobre futuros cambios en la defensa. "No los espero; la ciudadanía no percibe que esto le afecte, aunque realmente lo hace, y es un tema que no está en la agenda política" dijo, para a continuación denunciar el fracaso de la integración de la mujer y la persecución de la homosexualidad masculina. "No he escrito un libro contra el Ejército ni un relato de mi historia militar; tan solo he querido contar lo que ha pasado en los últimos cuarenta años" manifestó el autor.