La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La red que despojaba a madres de sus hijos

Bebés por lo que costaba un piso, así funcionaba el robo de niños en Mieres según los denunciantes

Las asociaciones ven similitudes entre los casos locales y otras redes del país

Mercedes Caíñas muestra las fotos de sus hijos. J. R. SILVEIRA

Doscientas mil pesetas. El precio que alcanzaba un piso en los años sesenta del pasado siglo y el precio que se pagaba, según la asociación SOS Bebés Robados de Cantabria (que también atiende los casos de Asturias), por un niño recién nacido sano. La entidad reconoce en los casos denunciados en el hospital de Mieres, tres hasta el momento, el "modus operandi" de redes extendidas por todo el país. El presidente de la asociación, Juan Carlos Rivas, considera que quedan más casos por aparecer: "Si había esa práctica en un centro hospitalario, cuesta creer que se quedaran en tres sustracciones".

La denuncia de los "bebés robados" en Mieres se destapó en diciembre, a través de LA NUEVA ESPAÑA, con la historia de Mercedes Caíñas. Esta mujer, de Murias, asegura que le "robaron" a su primera hija: María del Carmen Hevia Caíñas, nacida el 6 de mayo de 1957 en el hospital de Mieres (entonces gestionado, en parte, por una congregación religiosa). "Estoy segura de que me la robaron, me dieron un feto para que lo enterrara", afirmó la mujer a este diario.

El perfil de Mercedes Caíñas, apunta Juan Carlos Rivas, encaja con el de más mujeres que han denunciado en el país la sustracción de sus bebés. "Solían ser madres jóvenes y primerizas, que procedían de familias pequeñas", afirma el presidente de SOS Bebés Robados. En este punto, matiza que "no siempre eran madres solteras ni personas de malos ambientes o núcleos familiares desestructurados".

Mercedes Caíñas sólo tenía a su madre y a su marido, a su padre lo asesinaron durante la Guerra Civil. El padre de la bebé tenía que trabajar y la abuela no podía desplazarse con facilidad. Así que Mercedes Caíñas pasó tiempo sola desde su parto hasta que dieron a su hija por muerta, tres días después de su nacimiento.

"Generalmente hablamos de redes en las que hay varias personas, de distintos sectores, implicadas", apunta Rivas. En el caso de Caíñas, según su relato, fue la matrona la que le dijo que su hija estaba muy enferma. "Me dijo que tenía el 'mal azul', que no respiraba. No lo creo, yo la vi al día siguiente de nacer y estaba muy bien", explica la mujer. Le dieron un cuerpo muy pequeño metido en una caja, "a pesar de que la niña era muy grande", y su marido lo llevó a enterrar. La mierense cree que el enterrador también estaba implicado: "Dijo que él se encargaría, pero ahora no consta ningún enterramiento en la fecha en la que mi marido fue al cementerio", señala.

Juan Carlos Rivas explica que "encontramos una serie de protocolos que parecen copiarse y replicarse en distintas regiones del país". Como la entrega de un feto en lugar del cuerpo de un bebé de varios días. Según Caíñas, su madre le confesó años más tarde que había abierto aquella caja y que había visto "un bebé con la cara aún sin formar". "Me disgusté mucho porque no me lo hubiera dicho antes, ahora creo que ese feto que me dieron era de ida y vuelta", añade.

Las familias

La compra de los bebés estaba reservada a las familias con alto poder adquisitivo, afirman desde la entidad. Rivas asegura que "era un precio elevado, no estaba al alcance de cualquiera". 200.000 pesetas, según la entidad, era el coste medio. Se estima que hubo cerca de 300.000 casos en toda España. En Asturias, en el año 2012, la Fiscalía archivó veintiún casos al no encontrar "indicios de responsabilidad penal". La mayoría de las presuntas sustracciones se denunciaron en Gijón y Oviedo.

Llegar al final de una investigación es muy complicado. Juan Carlos Rivas afirma que los problemas comienzan con la búsqueda de documentación. "Hay hospitales que perdieron muchos ficheros al digitalizar los historiales", asegura. En algunos casos, los más "sangrantes", dichos expedientes se quemaron o se tiraron: "Estamos hablando de personas que han perdido su pasado", señala el responsable de la entidad SOS Bebés Robados. Él está buscando el suyo. Su familia ha denunciado la desaparición de un bebé en los años setenta: el hermano mayor de Juan Carlos.

Compartir el artículo

stats