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Los facultativos con plaza tienen dos años para aprender el idioma

Protestas, negociaciones que no llegaron a buen puerto y críticas del sector sanitario contra el Govern. La aprobación del "decretazo" del conocimiento obligatorio de catalán para los sanitarios en Baleares ha estado salpicado por la polémica. Fue a principios del pasado mes de febrero, en la Mesa Sectorial de Sanidad, cuando se aprobó la medida: todos los profesionales tendrán dos años, tras conseguir una plaza en la sanidad, para aprender el idioma catalán. Tendrán que acreditar, con una titulación, un nivel B1 -básico-.

Es una medida que rebaja sustancialmente, a través de un pacto alcanzado por socialistas y nacionalistas -con el apoyo externo de Podemos-, la propuesta inicial. En un principio, se proponía la obligatoriedad de presentar una titulación lingüística de catalán antes de acceder a las oposiciones. También que el nivel a acreditar fuera un B2 -alto-.

Los profesionales sanitarios de las islas convocaron movilizaciones en Baleares. Una de las más concurridas fue la organizada en Palma de Mallorca, impulsada por la plataforma "Mos Movem" y apoyada por Ciudadanos y PP. Pero el "decretazo" ya ha provocado las primeras "fugas" de personal sanitario.

Empezaron en Ibiza, concretamente en el hospital Can Misses. El anestesista y la psiquiatra, que llegarán en unos días al hospital Álvarez Buylla de Mieres, son los primeros "exiliados" por el "decretazo" del catalán en la isla de Menorca.

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