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Mieres redujo su deuda municipal desde 2012 a un ritmo de 11.476 euros diarios

El gobierno local ha rebajado en 28 millones el déficit por la contención del gasto en personal, los impuestos y la eliminación de subvenciones

Concejales que impulsaron el plan de ajuste en 2012. J. R. SILVEIRA

A mediados de mayo de 2010 el Ayuntamiento de Mieres acordó en sesión plenaria la tramitación de un crédito de 1,9 millones de euros. De esta forma, el por entonces gobierno municipal socialista asumía que la deuda municipal alcanzaba los 21.191.435 euros. La complicada situación financiera del Consistorio quedó retratada en un informe de Intervención, que advertía de "preocupantes desfases en las cuentas" y, de manera general, alertaba de la "dificultad para generar liquidez a corto plazo y para garantizar solvencia en un periodo más largo". Poco más de un año después IU ganaba las elecciones municipales y una de las primeras iniciativas que abordó fue enviar a cada familia mierense una carta detallando el estado económico del Ayuntamiento. Se debían 29,4 millones de euros, de los cuales, más de 13,2 correspondían a facturas sin pagar a proveedores y el resto eran débitos con entidades bancarias a las que solicitó créditos. El gobierno acaba de anunciar que, a finales de este año, la deuda municipal será de 1,1 millones. Es decir, el consistorio mierense, que ingresa cada ejercicio en torno a 35 millones, habrá amortizado más de 28 en apenas siete años.

Prórrogas

El logro es cuantitativo y cualitativo. Tomando como referencia el 30 de marzo de 2012, fecha en la que se aprobó el plan de ajuste local, y situándonos en el 31 de diciembre de este año, el Ayuntamiento cifra en 28,3 los millones en que habrá reducido la deuda. Este significa que habrá destinado en este tiempo 11.476 euros diarios a este fin. El éxito económico de Mieres tiene una peculiaridad añadida. Y es que el Ayuntamiento lleva desde 2009 sin aprobar un presupuesto. Lo que podría parecer un impedimento, ha resultado muy útil, ya que el gobierno local ha tenido las manos libres y el equipo municipal de intervención ha podido maniobrar reconduciendo el rumbo de un barco que parecía abocado a acabar encallado en los arrecifes.

El realidad, la fórmula empleada por el Ayuntamiento para aligerar su pesada deuda no esconde grandes secretos. Para ponerse en forma había que hacer dieta, reduciendo el gasto, y luego coger musculatura, subiendo impuestos. La clave era no caer en las tentaciones y no se hizo. Casi ni un dulce en siete años. Se eliminaron subvenciones e inversiones. Los técnicos municipales responsables del área económica hicieron el resto. Hay que tener en cuenta que además de amortizar casi por completo la deuda bancaria, el Consistorio ha tenido que hacer frente a pagos imprevistos, como los tres millones de euros que se tuvieron que abonar a la constructora Goncesco por mandato judicial tras un largo pleito urbanístico que tenía su origen en los años ochenta.

Resumiendo la situación actual, el Ayuntamiento de Mieres destinará tres millones de euros del remanente de tesorería del año pasado para la amortización de deuda. Una partida que, unida a la que se incluye en el proyecto de presupuesto de este año para este fin, permitirá que a 31 de diciembre la deuda del Consistorio se sitúe en 1,1 millones de euros, según señalaron fuentes municipales.

En 2011, justo antes de que el Ayuntamiento de Mieres diera forma a su plan de ajuste en respuesta el decreto de pago a proveedores impulsado por el ministro Cristóbal Montoro, el Consistorio tenía sin pagar más de 5.000 facturas, lo que se traducía en un deuda de 13,2 millones con sus proveedores. Además, tenía créditos bancarios pendientes por valor de otros 16,2 millones. El gobierno sostiene que el Ayuntamiento debía, por tanto, 29,4 millones. Sin embargo, los economistas puntualizan que "no se pueden juntar ambos conceptos, es como poner en la misma cesta frutas con verduras y eso es un error". Así, los pagos a corto plazo y las créditos a largo deben contabilizarse por separado. Por eso la oposición nunca ha reconocido que el consistorio tuviera en realidad casi 30 millones de deuda.

Largo plazo

A efectos prácticos es cierto que en el Ayuntamiento debía casi 30 millones a los bancos, pero esa cuantía se convirtió en deuda a largo plazo, a pagar en el horizonte de 2022. A este ritmo, el Ayuntamiento la habrá saldado por completo en 2019. "No podemos tirar las campanas al vuelo porque queda mucho trabajo pero estamos consiguiendo avances. Y para ello ha sido fundamental el apoyo de los vecinos, que han renunciado durante años a inversiones, y también de los trabajadores públicos".

El gobierno local se manifestó así meses atrás. Aquí es donde la exitosa política de ahorro del Ayuntamiento de Mieres entronca con un dilema de alcance. ¿Qué beneficio tiene para los vecinos una frugalidad presupuestaria tan extrema? Pues al parecer muy poco. "El problema es que la gestión que se está desarrollando se basa única y exclusivamente en el ahorro.

El dinero que pasa por el Ayuntamiento no tiene valor añadido. Llega de los impuestos y se va para los bancos, a pagar los gastos corrientes o se emplea en abonar nóminas. El dinero que se paga en impuestos no regresa al contribuyente en forma de mejores servicios o inversiones", subrayó un experto auditor que conoce las cuentas municipales.

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