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La carretera de Pajares es la más peligrosa de Asturias y la novena del país

La región es la tercera de España con mayor porcentaje de tramos problemáticos, tras Cantabria y Aragón, según un estudio de RACE

Accidente de tráfico en el puerto Pajares. J. R. SILVEIRA

Entre 3.500 y 4.000 vehículos circulan cada día por la sinuosa carretera del puerto Pajares. Tal vez la mayoría lo desconozcan, pero estos conductores asumen un riesgo de accidente mucho más elevado del existen en cualquier otro tramo de la amplia red vial de la región. Esta calzada es una de las diez más peligrosas a nivel nacional. Así, lo establece un reciente estudio realizado por Real Automóvil Club de España (RACE).

En concreto, el informe Euro Rap elaborado por Race analiza los accidentes de tráfico contabilizados entre 2014 y 2016. La carretera de Pajares (N-630) es el tramo más peligrosos de Asturias y el noveno de España. Durante el citado periodo de tiempo se contabilizaron nueve accidentes importantes, con un fallecido y ocho heridos graves. El tramo se establece desde Campomanes hasta el alto del puerto, con 20 kilómetros. A nivel nacional, el estudio muestra un alto nivel de peligrosidad en 3.264 kilómetros, lo que supone un 13,2 por ciento sobre el total de la red viaria.

Asturias, en líneas generales, sale mal parada, con casi un 18 por ciento de tramos peligrosos, un balance que sólo superan Cantabria y Aragón. Tras Pajares, los puntos más problemáticos en el Principado son la carretera nacional de Galicia (N-632) a su paso por El Espín, en el límite de Coaña y Navia, y de nuevo en la N-630, en este caso a la altura de El Caleyu, en Ribera de Arriba.

El estudio de Race no hace otra cosa que confirmar los datos que ya manejaba el propio Principado. El Índice de Peligrosidad (IP) de la carretera de Pajares es de 40,1 puntos, cuatro veces por encima de la media nacional y el segundo de Asturias. Así lo reflejaba un informe elaborado en 2014 del Principado sobre la seguridad vial en la región. El número de accidentes contó a la hora de hacer la valoración, pero no es el único factor que define el Índice de Peligrosidad de una carretera. Esta clasificación, en España, tiene en cuenta otros condicionantes que no están relacionados directamente con la siniestralidad. Los expertos fijan la peligrosidad atendiendo a las curvas del trazado, las dimensiones de la vía y el estado en el que se encuentra el firme. También se tienen en cuenta los elementos que pueden proteger al conductor en caso de accidente. En el caso del informe de EuroRAP, programa europeo de evaluación del riesgo en carretera en el que participa el RACE, se analiza el riesgo de las vías que forman la red de carreteras del estado teniendo en cuenta la evaluación de los siniestros durante tres años, su gravedad y su relación con las características de la vía.

El resultado se estructura según un "Índice de Riesgo", definido como el número de accidentes mortales y graves ocurridos en un tramo por cada 1.000 millones de vehículos por kilómetro. Para el cálculo de los resultados se han tenido en cuenta un total de 4.101 accidentes ocurridos en la red, de los cuales 1.036 fueron siniestros mortales con un resultado de 1.219 fallecidos, y 3.065 accidentes graves con 4.077 heridos de gravedad. Todos estos accidentes se han asignado a 1.387 tramos de vías con una longitud de más de 24.805 kilómetros.

Mejoras

En este contexto, la carretera de Pajares sale mal parada independientemente de cómo se hagan los cálculos sobre la peligrosidad. Las actuaciones realizadas en la calzada a lo largo de los últimos años parecen no haber mitigado de manera sensible la siniestralidad. Las obras de mejora más relevantes fueron las que se realizaron entre 2010 y 2011. La actuación se abordó en dos tramos. La reforma de la N-630 en la vertiente leonesa, para un trazado de aproximadamente cincuenta kilómetros (entre Villamanín y León), tuvo un coste de 5,7 millones de euros, algo por debajo del presupuesto inicial de licitación, fijado en 6,1 millones. En el caso del tramo asturiano (entre Campomanes y Villamanín), la actuación tuvo un coste de 10 millones para mejorar un tramo de 33 kilómetros.

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