Tanto las organizaciones de defensa de los conductores como el movimiento vecinal de Mieres coinciden en ver el radar semafórico que vigila el casco urbano de la ciudad desde hace casi cinco años como una simple herramienta recaudatoria. Tanto los Automovilistas Europeos Asociados (AEA), como Real Automóvil Club de España (RACE) y la Agrupación Vecinal de Mieres ven necesario que el Ayuntamiento avale con un informe técnico la necesidad de mantener activo este polémico sistema de control del tráfico. Y es que coinciden en poner en duda que el "foto-rojo" esté cumpliendo la función por la que en teoría entró en funcionamiento: rebajar el riesgo de accidentes en cruces que, por otra parte, nunca presentaron reseñables niveles de siniestralidad.
Jorge Castellanos es jefe de Seguridad Vial de la RACE. Sostiene que la presencia del "foto-rojo" en una ciudad pequeña como Mieres, en principio, sólo tendría sentido para regular cruces de alta peligrosidad, que no existen en la ciudad, donde desde hace años ya no hay puntos negros de tráfico. "No hay que engañarse, estos dispositivos tiene una marcado carácter recaudatorio para los ayuntamientos, eso sin entrar en las dudas que existen sobre su legalidad". Castellanos, sostiene que el Ayuntamiento debería "justificar muy bien los puntos donde sitúa el radar". Y es que, a juicio de RACE, un mal uso del "foto-rojo" podría ser incluso negativo a nivel de seguridad: "Si no utiliza bien puede generar más accidentes, ya que se presencia hace dudar a los conductores, provocando frenazos y posibles colisiones".
La postura de RACE converge con la de AEA. Esta plataforma pone también en duda que la implantación del polémico "foto-rojo" en una ciudad como Mieres tenga algún tipo de incidencia en materia de seguridad. "Si esa es la motivación, que hagan una comparativa entre el número de accidentes que había antes de colocar el radar y después, y si el balance ha mejorado, pues entonces no habrá nada que decir", defiende el presidente de la citada asociación, Mario Arnaldo, que asegura que de llevarse a cabo este experimento quedaría constancia, "con total seguridad", de la "ineficacia" de la medida. El colectivo sostiene que la instalación del "foto-rojo" responde a un objetivo "puramente recaudatorio". La AEA ya ha ganado varias sentencias en Madrid a favor de conductores disconformes con multas del "foto-rojo". La asociación asegura tajantemente que el sistema "no es fiable".
El radar semafórico tampoco ha convencido al movimiento vecinal: "Tenemos cada vez más duda de que se trate de un sistema eficiente y mantenemos que tras la medida late un evidente interés recaudatorio", señaló recientemente Arsenio Marentes, presidente de la Agrupación Vecinal de Mieres.
