Los trabajadores municipales que permanecían encerrados en el Ayuntamiento desde el pasado martes abandonaron ayer la protesta después de cuatro días con una concentración frente al Consistorio en la que participaron varias decenas de empleados públicos. El encierro se organizó para denunciar la "falta de negociación" por parte del equipo de gobierno municipal sobre sus condiciones laborales, en cuestiones como la revisión del convenio, la relación de puestos de trabajo o los concursos de traslados.

"Agradecemos el apoyo de los compañeros. Estamos aquí por una reivindicación básica en la democracia que es hablar, consensuar, dialogar y negociar", indicó David González Michelena, representante de UGT y portavoz la plataforma formada por FESP-UGT, CC OO, FSC, SIPLA-CSL y USO, que reclama al ejecutivo municipal que "de una vez por todas se siente a negociar". Sólo USIPA se quedó fuera de la protesta.

"En cuatro días de encierro no pasó ni e alcalde ni la concejal de Personal a preguntarnos si estábamos bien o necesitábamos algo; Sí pasó un concejal de IU y otro de Somos", indicó Michelena, para añadir que "si esto sigue así reuniremos a la plataforma y estudiaremos más medidas de presión, intensificando la protesta. No vamos a parar".

Los representantes sindicales denuncian la falta de negociación en la VPT (valoración de los puestos de trabajo), con más de un año de retraso y en el convenio colectivo y acuerdo regulador caducados desde diciembre del año 2016. A esto se une que hay "concursos de traslados sin terminar pertenecientes a la OPE (Oferta Pública de Empleo) de 2016, que no se ha constituido la mesa de igualdad, que no se aplica la carrera profesional, y el fondo social sin negociar".

Michelena, en la lectura del manifiesto posterior al encierro, acusó al Alcalde de "jugar muy sucio", ya que "a sabiendas que no es cierto, ha querido tirarnos a los pies de los caballos de la opinión pública, dejando en el aire las horas que trabajamos los empleados públicos en el Ayuntamiento. Pues bien, nuestra jornada laboral actual, de 37,5 horas semanales, la cumplimos a rajatabla", apostilló.

El representante sindical indicó que "esperábamos una actitud conciliadora de su parte y del equipo de gobierno langreano; le seguimos insistiendo, abandone la estrategia del desprestigio y ataque a las organizaciones sindicales y al empleado público en este ayuntamiento que dirige, emplee la senda del consenso, del dialogo y la negociación".