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Los antifranquistas creados por Franco

Muchos universitarios enviados a campos de trabajo en minas de Asturias para ensalzar al régimen acabaron comulgando con los ideales obreros

Un grupo de universitarios en Turón en 1967. AMIGOS DEL SUT

Querían implantar los valores franquistas en los sectores alejados del régimen, pero consiguieron todo lo contrario, involucrar a los universitarios con el movimiento obrero contrario al dictador. Así fue el Servicio Universitario del Trabajo (SUT), una iniciativa desarrollada entre los veranos de 1951 y 1979 donde los estudiantes -unos 14.000- eran enviados a distintos campos de trabajo repartidos por toda España. Los campamentos en Asturias se centraron en la minería, la siderurgia y la industria conservera. Sin embargo, al ver el resultado de su iniciativa, el régimen borró la historia del SUT.

Sus protagonistas ahora se han unido en la Asociación de Amigos del SUT para recopilar todo el material posible y encontrar a otros "sutistas". También han elaborado el documental "La transición silenciosa", que fue presentado en la Casa de Cultura de Mieres en colaboración con la asociación Amigos de Mieres. Emilio Criado y Álvaro González de Aguilar, que estuvieron en los campos de trabajo asturianos, fueron los encargados de presentar la iniciativa.

"El SUT quería instrumentalizar a los estudiantes, pero lo que ocurría es que la universidad tenía cada vez posiciones más alejadas del régimen y eso se trasladó a los universitarios", señaló Criado, que llegó en el año 1966 a las minas de Turón. "Ahí entré en contacto con el movimiento obrero, con los fundadores de CC OO, fue una experiencia crucial para mí", destacó. Pero no fue todo agradable. Este universitario tuvo que vivir algunos sucesos de calado en la minería, como uno ocurrido en el pozo Santa Bárbara y otro en el grupo Santo Tomás "que fue espeluznante, con once muertos". Algo más agradable fue la experiencia de González de Aguilar en Avilés. Él estaba en Ensidesa, donde "las condiciones de vida era mejores que las que había en otros sitios de España y se respiraba cierta tranquilidad". Sin embargo, el interés por el movimiento obrero hizo que estos jóvenes se relacionasen con los que estaban trabajando en la minería "porque nos resultaba mucho más interesante".

Campamentos

El Servicio Universitario de Trabajo en Asturias contó con un total de 65 campos de trabajo donde participaron alrededor de un millar de estudiantes. "Era la primera provincia por número de campos, pero había una baja presencia de estudiantes asturianos en sus actividades", destacó Criado. En total, fueron más de 500 campos de trabajo en toda España, aunque hubo diferentes fases, porque en una parte, como le ocurrió a Criado y su compañero, los enviaban a trabajar en diversas compañías, mientras que en otra, se los llevaban a alfabetizar a la población. Sobre esto también señalaron que "los niveles de analfabetismo eran enormes, mucho más de lo que creían".

De momento, los Amigos del SUT han conseguido crear una página web "www.sut.otg.es" donde están recopilando toda la información de estos campos de trabajo, como fotografías y documentos. También aprovechan este espacio para divulgar en qué consistía el SUT y tratar de encontrar a otros compañeros. Otra de las iniciativas es el documental presentado en Mieres y tienen en mente la publicación de un libro y diversos trabajos académicos coordinados desde la Universidad de Zaragoza por el historiador Miguel Ángel Ruiz Carnicer.

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